BUENOS AIRES (Especial-Agencia Nova). El ex presidente Mauricio Macri no sólo le permitió desembarcar al Grupo Clarín en el negocio de la telefonía celular, sino que también le condonó 147 millones de dólares sobre las frecuencias asignadas a Nextel, empresa absorbida por Clarín, sin que existieran documentos que respalden esa millonaria rebaja, según consta en una auditoría del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM) hecha durante la era Macri.
El ENACOM estableció el precio de esas frecuencias de Nextel en 178 millones de dólares, según consta en la Resolución 1299-E/2017 del 6 de marzo de 2017. El Grupo Clarín, sin embargo, pagó 30 millones de dólares y lo hizo en pesos, algo de por sí irregular ya que las compras de frecuencias suelen hacerse en moneda dura. Al momento de la maniobra el dólar cotizaba en 15,60 pesos, por lo que pagaron 478 millones de pesos.
Diferencia
La diferencia se explica porque a los 178 millones de dólares le restaron dos compensaciones económicas, una de 105 y otra de 42 millones de dólares. La auditoría del ENACOM revela sin embargo que no hay papeles que justifiquen esos descuentos y, por ende, que no hay razón documentada para el millonario favor que obtuvieron Héctor Magnetto y sus socios.
El Grupo Clarín compró el 49 por ciento de Nextel en septiembre de 2015 y en enero de 2016, ejecutó una opción de compra por el 51 por ciento restante. El objetivo era apuntar al cuádruple play, es decir, la posibilidad de ofrecer telefonía celular (Nextel y luego Personal) junto con internet (Fibertel), cable (Cablevisión) y telefonía fija (Telecom). Cosa que lo consiguieron. Hoy es un absoluto monopolio.
En marzo de 2016, a pocos meses de asumir, Macri aprobó la mayoría accionaria de Clarín en Nextel. El 18 de abril de 2017, pleno macrismo, la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) autorizó finalmente la compra de Nextel.
Así están las cosas con el Grupo Clarín en un pasado muy reciente mediante cifras millonarias en cientos de millones de pesos que le pagaba los favores “non sanctos” el gobierno anterior de Mauricio Macri, para que operara haciendo acciones mediáticas con cierta pata judicial contra personas opositoras a ese régimen, sea políticos empresarios o periodistas y demás.
Hoy sigue operando, pero esta vez tapando toda la grave corrupción del macrismo, tal es el caso de lo que hizo y hace Gerardo Morales en Jujuy, o de las 960 cuentas que Abad permitió evadir el pago de impuestos en la Argentina. De ello, los esbirros del grupo Clarín como Leuco, Lanata, Bonelli, Morales Solá, María Laura Santillán, Alfano, Lapegüe, Ricardo Roa, Ernesto Kirchbaum y Daniel Santoro y muchos otros más, no dicen una palabra.
