WASHINGTON, EE.UU. (Especial-The Guardian-Por Maanvi Singh). The Associated Press ha despedido a una editora de noticias, Emily Wilder, por violar las políticas de medios de comunicación social de la compañía, un movimiento que llamó la reacción de los periodistas después de que quedó claro que Wilder había sido blanco de opinadores de medios de comunicación de derecha, por su activismo pro-palestina en la universidad.
Wilder confirmó a The Guardian que fue “despedida por violar las políticas de redes sociales de la compañía en sus Principios y Valores Noticiosos en algún momento entre mi fecha de inicio el 3 de mayo y ayer”. Wilder dijo que AP no detalló cuál de sus tweets violaba sus políticas.
Un portavoz de AP dijo que, si bien la organización “generalmente se abstiene de comentar sobre asuntos de personal, podemos confirmar los comentarios de Emily Wilder el jueves de que fue despedida por violar la política de redes sociales de AP durante su tiempo en AP”.
“No hay duda de que me cancelaron”, dijo Wilder a SFGate el jueves. Dijo que su editor le había dicho anteriormente que no “se metería en ningún problema porque todos tenían opiniones en la universidad”, pero “luego vino el resto de la semana”.
Los medios de comunicación de derecha y conservadores comenzaron a publicar historias esta semana sobre Wilder, quien había trabajado anteriormente en el periódico Arizona Republic después de graduarse de la Universidad de Stanford, cuando los republicanos de Stanford College tuitearon un hilo en el que destacaba su activismo anterior.
Los tuits incluyeron capturas de pantalla de las publicaciones anteriores de Wilder en Facebook, en las que critica a los sionistas, incluido Sheldon Adelson, el fallecido multimillonario partidario de Trump.
El hilo despegó. El derechista Washington Free Beacon especuló que la contratación de Wilder en Phoenix “podría alimentar las preocupaciones sobre la objetividad de AP en medio de revelaciones de que el medio de comunicación compartía un edificio de oficinas con la inteligencia militar de Hamas en Gaza”. El artículo fue ampliado por Tom Cotton , el senador de extrema derecha de Arkansas.
Aunque el ejército de Israel afirmó que la inteligencia militar de Hamas estaba operando en el edificio que alberga las oficinas de AP y Al Jazeera en Gaza, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que no había visto pruebas que indicaran que ese fuera el caso.
Fox News se refirió a la contratación de Wilder como un “segundo problema relacionado con el Medio Oriente” para AP después de que las oficinas de la organización fueran bombardeadas.
Wilder, que es judía, había tuiteado 18 veces desde que comenzó a trabajar en AP. La mayoría fueron retuits. Su publicación más subjetiva fue sobre la objetividad , el 16 de mayo. “La ‘objetividad’ se siente voluble cuando los términos básicos que usamos para informar noticias implican implícitamente un reclamo”, escribió. “Usar ‘Israel’ pero nunca ‘Palestina’, o ‘guerra’ pero no ‘asedio y ocupación’ son opciones políticas; sin embargo, los medios toman esas decisiones exactas todo el tiempo sin ser tildados de sesgados”.
News Media Guild, el sindicato que representa a los miembros del personal editorial y tecnológico de Associated Press, dijo que estaba investigando el despido de Wilder. “El Gremio preguntó si los comentarios que causaron el despido [de Wilder] se publicaron antes o después de su contratación y espera una respuesta”. News Media Guild también representa al personal de The Guardian US.
Los periodistas respondieron a la noticia del despido de Wilder con indignación y mensajes de solidaridad. “Estoy con Emily”, escribió Rebekah Sanders, reportera de Arizona Republic. “Su reportaje en nuestro periódico fue excelente. Pido que se revierta esa decisión ahora”.
“Apostaría mucho dinero a que esta persona está a punto de conseguir un trabajo mucho mejor”, tuiteó Ben Collins de NBC.
Varios reporteros establecieron contrastes entre el trato de Wilder y el de Cris Cuomo de CNN, en medio de revelaciones de que aconsejó a su hermano, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, sobre cómo responder a las acusaciones de acoso sexual, pero no enfrentó una acción disciplinaria importante.
Otros señalaron que los republicanos de Stanford College, que atacaron a Wilder, tenían una propensión a invitar a oradores conocidos por sus puntos de vista sexistas y racistas. En 2019, el grupo invitó al autor conservador Andrew Klavan a hablar en un evento titulado “Sí, Estados Unidos es una nación judeocristiana”.
