GRAN BRETAÑA: Liz Truss, con la baja de impuestos a los ricos, ha provocado tal cataclismo en la economía, que hasta sus mismos partidarios piden su dimisión

Graves errores de gestión está cometiendo la reemplazante de Boris Johnson en el Reino Unido, que ya piden su renuncia. (Foto: Getty Images).

LONDRES, Gran Bretaña (Especial para EL SOL ABC-Por Nathaly Fonseca Da Graca). La nueva primera ministra ultra conservadora, Liz Truss, está provocando uno de los peores cataclismos políticos del Reino Unido, que los voceros y medios afines han salido a tratar de desviar la atención del caos político que se vive hacia adentro de los conservadores, con “noticias” sobre “la coronación de rey Carlos el año que viene”, que no es suficiente para mostrar los grandes errores de gestión de la mujer, que quiere ser “la nueva dama de hierro”.

Y uno de los grandes errores, es haber decretado “la baja de impuestos general para las grandes fortunas, que no ha hecho más que acelerar la inflación, porque la corona británica está perdiendo grado de influencia en todos los estados bajo su órbita de gobierno y porque, además, el Brexit y la participación directa en la guerra contra Rusia, no les están saliendo todo lo barato que creía que iban a ser”. Primero, porque nunca contemplaron que la Federación Rusa pusiera toda la carne en el asador para defenderse del ataque sionista occidental y, segundo, que “la serie de medidas económicas, ordenadas por Washington, entre ellas el bloqueo económico contra Rusia, iba a ser un bumerán contra ellos mismos. No habiendo sopesado que la economía europea hace cientos de años viene siendo subsidiada por los rusos”. Todo ello se acabó de un plumazo. Y ahora los británicos se ven envueltos en una refriega internacional, donde los que más perderán de las secuelas de la guerra contra Rusia, serán los británicos por su grado de involucramiento.

 

Las críticas desde adentro

Y para subsanar ese primer error, el viernes pasado decretó la suba de impuestos para las corporaciones del 19 al 25 %. Lo que ha hecho que volara por los aires el ministro de Economía, Kwasi Kwarteng, que tuvo que renunciar.

Lo que no dice la prensa local, es que Truss es una mujer poco preparada para manejar a un reino que está en guerra y ella todavía no se ha dado cuenta. Todo gracias a la soberbia de un sujeto como Boris Johnson, que haciéndoles caso a los mariscales de las corporaciones fabricantes de armamentos, creyó que el Reino Unido iba a sacar grandes beneficios. Se minimizó el poder y la capacidad de Vladimir Putin como jefe de Estado.

Los grandes aliados como los bancos y las corporaciones salieron a pegar el grito en el cielo, luego de las primeras medidas de hace un mes, cuando tomó el cargo. Porque vieron en Truss inexperiencia y pocas aptitudes. Así la BBC salió a decir sobre ello: “El plan, anunciado a finales de septiembre, desplomó la libra esterlina frente al dólar estadounidense y disparó el costo de la deuda a largo plazo del país.

’’Incluso algunos bancos suspendieron acuerdos hipotecarios en medio de la incertidumbre, mientras el Gobierno argumentaba que bajarles los impuestos a los ricos haría que Reino Unido fuera más competitivo y fomentaría la creación de empresas y la inversión”. (NdR: ese es el falaz argumento en la Argentina que quieren imponer sujetos como Milei, Espert, López Murphy o el mismo Macri. Los resultados están a la vista).

Y ese error, letal para algunos analistas ingleses, expuso: “El terremoto en los mercados que provocó la reforma fiscal fue tal que el Banco Central del país tuvo que intervenir a través de compras masivas de deuda para evitar que sus fondos de pensiones corrieran el riesgo de irse a la quiebra.

’’Incluso con los cambios sustanciales al paquete de reformas original y la salida del jefe de las finanzas públicas, los inversores continúan presionando para que la compra de deuda pública del banco central siga adelante”, señalo BBC News.

 

Piden la dimisión de Truss

De acuerdo a lo que vienen apreciando en los principales medios británicos, sólo un milagro podría salvar a la “débil” nueva “dama de hierro” británica, que no vio o no entiende que “para frenar la crisis económica en que está sumida la economía británica es que debe volver a la Unión Europea y salirse definitivamente de la guerra contra Rusia”, pero como ello no lo va a hacer porque depende de otros intereses por fuera de la corona británica, entre ellos los grandes fondos de inversión, que son los nuevos amos del mundo, es muy difícil que no caiga la primera ministra Truss.

Finalmente, el analista de la BBC, Chris Mason, dijo sobre este punto: “El ritmo de la política es cada vez más acelerado. Liz Truss se convirtió en primera ministra hace cinco semanas y media. Han pasado tres semanas desde que el ahora ex ministro de Hacienda, Kwasi Kwarteng, dio a conocer sus planes fiscales. Ahora dos de ellos han sido abandonados y él también ha dejado el cargo. Y, la credibilidad de la primera ministra, a los ojos de muchos de sus propios compañeros en el Parlamento, también está por los suelos.

’’El viernes pasado hubo un intento de comenzar a restaurar esa credibilidad. Y la primera evidencia aquí en Westminster es que no ha funcionado. Una breve declaración seguida de sólo cuatro preguntas de los reporteros, y la reacción de muchos conservadores, incluidos aquellos que originalmente la respaldaron, fue tan instantánea como sombría. Las conversaciones avanzan en privado sobre los planes para derrocar a Liz Truss”.