EXIGEN EL JUICIO POLÍTICO DE MESA, CAMACHO Y PUMARI: por declaraciones de Áñez el actual Gobierno debiera poner coto, al “cáncer político de Bolivia”, por sedición, saqueo y crímenes de lesa humanidad

Estos tres peligrosos fascinerosos para la democracia boliviana deben ser llevador a juicio político, la única manera de quitarles la posibilidad de volver a ungirse como salvadores de Bolivia. Sobre Camacho pesa además denuncias sobre autor ideológico del asesinato del dirigente minero Orlando Gutiérrez. Y sobre mesa, nunca dio cuenta de los 12 millones de dólares que desaparecieron durante su interinato como presidente ante la huida de Gonzalo Sánchez de Losada. (Foto: Resistencia).

LA PAZ, Bolivia (Especial para EL SOL ABC-Por Negri Antelo). Casi todas las cartas comienzan a aparecer como los testimonios y pruebas contundentes contra Carlos Mesa, Luis Fernando Camacho y Marco Pumari como los autores intelectuales y partícipes directos de la sedición, saqueo y posteriores crímenes de lesa humanidad en contra del Estado plurinacional y en contra de su población.

Todos estos datos se desprenden de las declaraciones de la ex golpista y presidenta de facto, Jeanine Áñez, además corregidas y aumentadas por las denuncias penales interpuestas por la diputada nacional del MAS, Lidia Patty, quien señaló a la prensa nacional que “no puede ser posible que todavía la Asamblea Nacional no haya iniciado el juicio político de estos dirigentes, que por aquellos días hicieron lo que quisieron con el país. Principalmente Mesa y Camacho, que fueron tratados como los ‘mesías’ o los ‘oráculos’ del poder, porque todo se les consultaba”.

De acuerdo, a lo que dice la Constitución Nacional “todo acto que interrumpa la gestión de administración de gobierno, del Poder Ejecutivo, bajo amenazas, coacción y utilización de armas, como de las fuerzas regulares de la nación, deberán ser sometidos, sus autores y actores, a juicio político, para que sea el pueblo, mediante sus representantes, los que los juzgue directamente”.

De ello se desprende que distintos dirigentes, como fuerzas políticas y organizaciones sociales y gremiales le exigen al Gobierno de Luis Arce plantarse firme para “pedir el juicio político de estos sujetos facciosos, que atentaron vilmente contra la paz ciudadana y el normal funcionamiento de las instituciones, sólo para saciar ambiciones personales y de sectores corporativistas pertenecientes a la elite que responde a los intereses norteamericanos”, se expresaron y se expresan en las redes sociales.

 

Declaraciones contundentes de Áñez

Dentro de los testimonios y pruebas aportados por Áñez, figuran también las investigaciones realizadas por el portal La Resistencia, que editó: “Las declaraciones vertidas por Jeanine Añez ante el Ministerio Público confirman que en 2019 Bolivia vivió un golpe de Estado. En sus declaraciones involucró a varios actores de la asonada golpista de noviembre 2019, entre ellos a Carlos Mesa, Fernando Camacho y José Luis Pumari”.

Ricardo Paz (jefe de campaña de Carlos Mesa): El día 10 de noviembre Ricardo Paz llama por teléfono a Añez, quien declara: “Me preguntaron si yo estuviera dispuesta a asumir la presidencia”. Al día siguiente, 11 de noviembre, Áñez aterriza en la ciudad de La Paz, junto a Oscar Ortiz, y son trasladados en un helicóptero de la Fuerza Aérea y los militares tenían instrucciones de llevarlos al Colegio Militar, cerca del hotel Casa Grande, donde estaba Camacho. Áñez no indica quién dio aquella instrucción.

Fernando Camacho y Marco Pumari: Fernando Camacho, Marco Pumari y Jerjes Justiniano exigieron reunirse con Áñez en el hotel Casa Grande. Añez indica: “Camacho me mandó a decir que, previo a llegar a la Asamblea, era preciso que nos encontremos”. En aquella reunión Camacho le indica que ella debiera asumir la presidencia, a lo que Áñez acotó que “si tenía apoyo de la población para asumir el cargo, lo asumo”.

Carlos Mesa: durante las reuniones llevadas a cabo en la Universidad Católica, Áñez indicó que Carlos Mesa se opuso a que Adriana Salvatierra, o cualquier asambleísta del MAS, asuma la presidencia del país, a pesar de haber sido lo legalmente correcto. Su declaración indica: “En esa reunión Adriana Salvatierra plantea y anticipa ante una posible renuncia de Evo Morales, que ella accedería a la Presidencia en sucesión constitucional y llamaría a elecciones con un nuevo Tribunal Constitucional (sic). Y le consulta si eso sería aceptado por el señor Carlos Mesa. El señor Quiroga llama a Carlos Mesa por teléfono para consultarle y éste le responde que la ciudadanía no aceptaría esa sucesión (porque) las protestas continuarían”.

Por lo tanto, el argumento del “vacío de poder”, en el que tanto se excusaba la oposición, fue ocasionado por Carlos Mesa, si él no hubiera prohibido que ocurra una sucesión constitucional, a la cabeza de Salvatierra, otra hubiera sido la historia para Bolivia. Pero fue idea de Carlos Mesa llevar al poder a Jeanine Añez, y lo logró.

Academia de policías: El 11 de noviembre, luego de dar declaraciones en la plaza Murillo, Áñez se reunió con Camacho, Pumari, Ortiz y Murillo. Allí también conversó con la Policía y le asignaron 4 efectivos de seguridad, y el general Yuri Calderón le envía una nota formal para que las Fuerzas Armadas puedan coordinar acciones con la Policía Nacional.

Williams Kaliman: en instalaciones de la Academia de Policías, el 11 de noviembre, Áñez reveló que contactó al comandante de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, para darle órdenes y coordinar acciones conjuntas con la Policía, lo cual no era atribución de una senadora. Kaliman respondió: “Cuando usted sea Presidenta va a poder darme órdenes”. A pesar de la respuesta negativa recibida, continuó en su intento de controlar las Fuerzas Armadas, para ello Yuri Calderón le envía la nota citada, con aquella justificación Áñez exhorta a Kaliman, a través de un video difundido a nivel nacional el mismo 11 de noviembre, para que las FF.AA. coordinen acciones conjuntas con la Policía Nacional. En el video difundido, Áñez se declara presidenta del Senado, lo cual es falso.

Fernando López: Áñez reveló que posesionó a López como ministro de Defensa, a petición de Fernando Camacho, para que cumpla los compromisos que hizo su padre, Luis Camacho, con los militares para que no salgan en defensa del gobierno de Morales.