DÓLAR EN PELIGRO: comienzan a correrse los países de la moneda ficticia norteamericana y se teme un colapso de los mercados mundiales

Todos los países están buscando refugio en el oro, ante el seguro desplome del dólar, que ya no tiene credibilidad. (Foto: RT).

El último reporte de Keiser Report para RT. (YOU-TUBE).

MOSCÚ, Rusia (Especial-RT-Bussines In China). La Reserva Federal, considerada la más grande imprenta del mundo, está siendo sopesada muy silenciosamente, como que ya fue descubierto su ardid para hacerse como la moneda mundial. A lo que se agrega el erratismo de sus autoridades y la de los gobiernos federales, como los claros ejemplos de los embargos que se hicieron a países como Venezuela, Cuba y otros, entre ellos la Argentina  –Fragata Libertad y la entrega del oro al Banco de Londres por parte de su ex presidente Macri (un embargo encubierto)— como asimismo, la permanente intromisión en los negocios de los países, tratando de boicotear los negocios o insistiendo con sus poderosos lobbys, como el caso de la vacuna Pfizer, ha puesto a las grandes naciones como China, Rusia, Indonesia y hasta la misma Corea del Sur, en alerta.

Un adelanto de ello lo da el programa de Economía Mundial Keiser Report, de los periodistas Max y Stacy, donde en su última emisión se habló de “hablan del ‘rug pull’ que sufre el dólar estadounidense, con una masiva impresión de moneda que arrebata el valor a los ahorros en dólares. También sostienen que el bitcóin ‘acabará con todos los bancos centrales’ y que los gobiernos de los países ‘tendrán que asumir el hecho de que cada persona será dueña de su propia riqueza, que será inmutable y no se podrá ni confiscar ni censurar’ “.

 

Un movimiento muy claro

Desde Russian Today (RT) se informó, por ejemplo, que ante esta situación “Rusia suprimirá el dólar de la composición monetaria de las reservas de su Fondo de Bienestar Nacional en el curso de un mes, ha anunciado el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov.

Hoy en día, la proporción de la moneda estadounidense es del 35 %, así que Moscú suplirá el hueco que deje con un incremento del euro y el yuan hasta el 40 % y el 30 %, respectivamente, y la inclusión del oro por primera vez, que representará el 20 % en ese fondo soberano de inversión.

’’Asimismo, la importancia de la libra esterlina bajará del 10 % al 5 %, mientras que el yen japonés se mantendrá al 5 %”.

Siluánov detalló durante el Foro Económico Internacional de San Petersburgo que el Banco Central de Rusia, organismo que se desempeña como agente del Gobierno ruso en la compraventa de divisas, decidirá cómo realizar todo el proceso.

El 1 de mayo, el Fondo de Bienestar Nacional ruso tenía unas reservas de 39.800 millones de dólares y unos activos líquidos de 8,66 billones de rublos (116.400 millones de dólares), un 7,5 % del PIB pronosticado para 2021 y algo menos del 20 % de las reservas internacionales de Rusia, que suman 590.500 millones de dólares.

Rusia empezó a modificar el año pasado la composición de ese fondo, creado en 2008 para ayudar a largo plazo al sistema de pensiones ruso con el dólar, el euro, la libra y el rublo, cuando su primer ministro, Mijaíl Mishustin, decretó el permiso de invertir sus fondos en el yuan y el yen: desde entonces, la proporción del dólar cayó del 45 % al 35 %.

El Kremlin justificó estos cambios por la necesidad de adecuarse a la composición de las reservas internacionales del Banco Central de Rusia, que las ajustó en 2018 para minimizar los riesgos de sufrir sanciones de EE.UU.: ese año, la entidad financiera reemplazó unos 100.000 millones de dólares con yenes, yuanes y euros.

Rusia también está trabajando para minimizar los posibles riesgos y los daños económicos en caso de ser desconectada del sistema de transferencias bancarias internacional SWIFT. Al respecto, el fundador y director ejecutivo de Iberatlantiс Global Corporation, Pedro Mouriño, sostuvo que Occidente se volvería a disparar en el pie al desconectar a Rusia del SWIFT, agregando que la plataforma, a pesar de que asegura ser neutral, se está utilizando para favorecer los intereses de EE.UU.