CARTA PÚBLICA AL GOBERNADOR SCHIARETTI: le solicitan que se conmueva y vea por el personal de salud, que está al límite y ya no puede más

Piden que el gobernador Schiaretti piense primero en el personal de Salud de la provincia de Córdoba. (Foto: Archivo).

CIUDAD DE CÓRDOBA (Especial-EL SOL ABC). Mientras la provincia de Córdoba no baja su nivel de contagios y corre serios riesgos su personal de salud, muchos ciudadanos que lo conocen de cerca le piden que “tome medidas y que se ponga al hombro la pandemia, porque primero están las vidas, antes que el dinero”.

Así una de ellas, Ana Mariani, le hizo llegar una carta pública, que reproducimos:

Al gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti

Todavía hoy guardo en mi memoria su imagen cuando se leyó en los Tribunales Federales la histórica sentencia de la megacausa La Perla-La Ribera-D-2, por los crímenes cometidos en esos centros clandestinos de exterminio de Córdoba durante la última dictadura cívico-militar.

Usted estaba entre las primeras filas. Desde la sala de periodistas, en el segundo piso, teníamos la posibilidad de observar todo. Triste posibilidad la nuestra… cuando escuchábamos los testimonios desgarradores de las víctimas, de sus familiares, de sus amigos.

A pesar de que transcurrieron más de cuatro años, guardo su imagen gobernador; su emoción y sus lágrimas al recordar a una compañera “que fue un ejemplo de dignidad”, tal cual lo dijo usted con toda razón al salir de la audiencia.

No era para menos, se trataba de Graciela “la Gorda” Doldán. Una mujer de una valentía y una integridad increíbles. Doldán pidió a sus asesinos que cuando la mataran la dejaran ver, que no le vendaran los ojos y que no le ataran las manos.

Su compañera y amiga gobernador, Graciela María de los Milagros Doldán, siempre supo que su destino era el “pozo”; sin embargo, consoló y ayudó a curar a muchos compañeros torturados.

Como usted bien dijo: “Un ejemplo de dignidad”, y si me permite, yo le agregaría: digna hasta ese minuto final, cuando la vino a buscar el camión de la muerte y se fue despidiendo de cada uno de sus compañeros. Una militante cabal, admirada por todos, incluso por usted.

“Nunca más al odio, sí a la vida”, dijo también en aquella oportunidad gobernador.

No le estaré contando ninguna novedad, porque usted lo sabe mejor que yo que se están enfermando y muriendo cada día trabajadores de la salud; que muchos otros están pidiendo a gritos que haga algo. Han difundido un documento público, en el cual las agrupaciones alertan sobre el agotamiento del personal de salud, el aumento enorme de los contagios, algunos de los cuales terminan en muertes. Y advierten la preocupación por las nuevas aperturas decididas por su gobierno.

Entonces me pregunto, ¿fue sincero su “sí a la vida”?

Si se sintió verdaderamente dolido por tanta muerte, por tanto dolor, por todo lo que pasaron quienes terminaron en las fosas comunes en los años 70, sepa que el camión de la muerte está pasando nuevamente hoy y que se están llenando las fosas del cementerio San Vicente. Vaya, triste paradoja, el mismo lugar en que se enterraba en los años sangrientos de la dictadura.

Ya murieron 600 personas por coronavirus este mes en Córdoba y esas fosas que se cavaron en forma preventiva comenzaron a ser ocupadas. Y por si le parece poco gobernador, también crecieron las cremaciones y los entierros en cementerios privados.

Hoy somos nosotros los que gritamos con toda nuestra fuerza: ¡SÍ A LA VIDA! Y que su dios lo perdone si no hace algo pronto, ya, antes de que sea más tarde todavía.

Muy atentamente.

Ana Mariani