AYUDÍN: no hacía falta, porque River futbolísticamente hoy es más que Boca; un 2-1 que da mucha tela para cortar

Luego del primer gol de Julián Álvarez todos corrieron para colgarse de esos segundos de gloria del mediocampista millonario. (Foto: diario Marca).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC). Con un aforo que no se cumplió para nada. Y allí hay que denunciar a la dirigencia del local de River Plate, que prometió respetar los protocolos dictados por el Gobierno de CABA, pero para antes decir que el local no necesitaba que el árbitro jugara a su favor, porque como equipo, los millonarios son más que los xeneizes.

Buen triunfo, además por la disposición táctica del Muñeco Gallardo y por un jugador como Julián Álvarez que hoy la rompe en el fútbol nacional.

Fue fatal para Boca la expulsión de Marco Rojo. Hubo apresuramiento del árbitro. (Foto: diario Marca).

Y River, todos lo vieron, recibió ayuda del árbitro Rapallini, sin necesidad, cuando a los 16 minutos en el cabo de dos minutos expulsó al defensor de Boca, Marcos Rojo. Y allí todo cambió porque los de la Ribera jugaron condicionados. Mientras que los locales se entusiasmaron todavía más porque las cosas le salían a pedir de sus cerebros, porque queda mal que se diga “a pedir de boca”. Una sobre redundancia.

Mientras para el portal Marca.com.ar: “Ante la expulsión, el técnico Sebastián Battaglia movió el banco y decidió sacar a Edwin Cardona para que entre Carlos Zambrano lo que le quitó a Boca la posibilidad de tener más juego”.

En tanto, River seguía con su juego y así fue que logró abrir la cuenta. A los 24 minutos Julián Álvarez le ganó la pelota a Jorman Campuzano, se mandó por el medio y desde fuera del área por el medio sacó un remate fortísimo y colocó el balón en el medio del arco defendido por Agustín Rossi.

La respuesta de Boca fue tres minutos después. Tras un tiro libre de Cristian Pavón, Franco Armani despejó, la pelota le quedó a Luis Advíncula, quien disparó y el balón se fue muy cerca por arriba del travesaño.

River tenía la pelota, la manejaba bien y Boca no podía hacerse del balón ni generar jugadas de peligro, mientras que una mala salida de Agustín Rossi, a los 42 minutos, le permitió al elenco de Marcelo Gallardo aumentar la cuenta.

Luego de la salida de Rossi, River recuperó la pelota con Milton Casco, quien armó una jugada con Santiago Simón, éste recibió la pelota y desde fuera del área por la derecha habilitó a Álvarez, que la empujó abajo del arco. River controló el juego frente a un Boca deslucido.

Con la ventaja alcanzada y a tres partidos de la final del campeonato, River se encamina a un seguro logro, que luego de varios años la institución de Núñez había descuidado.