BARCELONA, España (Especial para EL SOL ABC-Cuidateplus-Marca-Por Isabel Gallardo Ponce). Cuántas veces oímos a alguien decir que está deprimido y lo que realmente le pasa es que está triste. No es lo mismo. La depresión mayor es una enfermedad que se clasifica dentro de los trastornos del estado de ánimo, y como tal, está descrita en los manuales de psiquiatría.
Su síntoma nuclear “es la tristeza vital que duele” y se mantiene en el tiempo, dice Pilar Sierra, psiquiatra coordinadora del grupo de Investigación en Salud Mental del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe en el encuentro #MásQuePacientes Depresión, organizado por CuídatePlus en colaboración con Janssen.
Se caracteriza por una reducción significativa del estado de ánimo y de la capacidad funcional de quien la padece. La persona deja de ser la que era y siente tristeza vital, tendencia al llanto y una afectación importante del funcionamiento personal, social, laboral y familiar. Pero además este sufrimiento también causa anhedonia (imposibilidad para sentir placer) en tareas que antes le eran gratas.
No es igual en todas las personas
La depresión no se manifiesta igual en cada persona, pero sí suele ir acompañada de ansiedad. Además, se alteran otras funciones vitales, como el sueño, que pasa a ser de mala calidad, lo que influye también en el estado de ánimo; o hace que el paciente duerma pocas horas. “También hay depresiones atípicas que cursan con hipersomnia, con aumento del sueño”, añade Sierra. Pero, además, también se reduce la líbido y el apetito, con una consecuente pérdida de peso. En este caso también hay formas atípicas en las que el paciente gana peso porque ingiere mucha más comida de la habitual.
Otros síntomas muy frecuentes son los síntomas somáticos, explica Vicente Gasull, coordinador del grupo de trabajo de Salud Mental de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). “Muchos pacientes depresivos transitan años por el médico de familia y por especialistas hasta que se detecta un trastorno depresivo o un cuadro de ansiedad”.
María José Abad, enfermera y coordinadora de la Unidad de Salud Mental Pere Bonfill, explica que es muy “importante explicarle al paciente que sí que puede retomar su vida anterior. Al trabajar con ellos hay que explicarles que no lo van a conseguir ni en un día ni en dos, pero sí trabajando de forma conjunta con su psiquiatra y su psicólogo y con el equipo de enfermería”.
Sensación de desesperanza
La persona con depresión expresa sentimientos de culpa por sentirse como se siente, también de inutilidad. “Todos los sentimientos se tiñen de esa negatividad, de desesperanza. Muchas veces en la consulta nos dicen: si estoy tan mal me daría igual morirme, no disfruto, soy una carga…”, explica Pilar. Es conveniente estar alerta y detectar la depresión de forma temprana ya que estas sensaciones de inutilidad y de desesperación elevan el riesgo de suicidio.
Otro síntoma común en la depresión es el embotamiento y el aplanamiento emocional, en el que parece que la persona con depresión no siente las emociones o no sabe expresarlas.
Problemas cognitivos
Con mucha frecuencia los pacientes con depresión presentan también problemas cognitivos que se reflejan en la memoria, en la falta de concentración y en la atención. Estos síntomas asustan mucho al paciente. “Tienen miedo de tener una enfermedad neurológica. Se trata de síntomas provocados por la depresión y hay que tranquilizar al paciente. Generalmente cuando mejore la depresión también lo harán los síntomas cognitivos. Si no es así tendremos que ver si hay algún proceso subyacente”.
Estas alteraciones de la cognición suponen un problema aumentado en el entorno laboral. No sólo porque impiden a la persona desempeñar su trabajo y generan ausentismo por baja médica, sino porque en ocasiones provocan lo que Gasull denomina presentismo laboral. “El paciente dice: ‘No acabo de encontrarme lo suficientemente mal, considero que esto de la depresión es un signo de debilidad y tengo que ir a trabajar’. Es una queja bastante frecuente en consultas de Atención Primaria. ¿Qué sucede? Que el paciente no rinde en el trabajo, lo que le genera sentimientos de culpa, piensa que no sirve y que antes desempeñaba su labor de forma más rápida. Hasta el hecho de que el jefe le llame la atención le genera más sentimientos de culpa. Así que termina por entrar en un bucle que hace que se agrave aún más el proceso de la depresión”.
Tanto los síntomas cognitivos como el aplanamiento emocional están muy presentes en los síntomas residuales de la depresión, aquellos que persisten aunque la respuesta al tratamiento sea buena, y afectan mucho a la calidad de vida de la persona.
