UN CONO DE OSCURIDAD PELIGROSO: con la idea fija de destruir al Peronismo, el pueblo se enfrenta a la peor pesadilla de los días vividos en 1976, tanto en lo económico como en lo social

Diana Mondino, la persona menos preparada del equipo de Milei haciendo los equipos que ingresarán al gobierno. ¿Qué puede salir mal? (Foto: Página 12).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Servando Sanmartín). A pesar que hay un tremendo ocultamiento de los gruesos errores que comete “el equipo del nuevo gobierno electo”, donde Milei parece ser una carta marginal, ya que las principales órdenes las dan asesores traídos desde las usinas y cuarteles de BlackRock y Vanguard, el país todo se encamina a su destrucción total por parte de los enemigos de los argentinos –los únicos que no se dan son los propios argentinos— porque tanto Milei como el equipo conformado a las apuradas para “gobernar” no tiene la más mínima idea de un plan de gobierno y de los miles de resortes y variables que tiene un Estado.

Eso ha quedado claramente demostrado, en los pasos seguidos por los funcionarios nombrados por Milei y su hermana y algún otro de su estrecho entorno. Los que sí se han puesto con la determinación de operar en función de sus intereses personales y de grupo, son los funcionarios del nombrado y confirmado ministro de Economía, Luis Caputo, uno de los más terribles especuladores y fugadores de divisas del país hacia los paraísos fiscales. ¿Entonces, qué puede salir mal? ¡Todo!

No es sólo lo que expresó yo, sino mi colega de Página 12, María Caferatta, que dijo que “en una semana, Javier Milei recibirá el bastón de mando y jurará como presidente de la Nación. Los preparativos están casi listos –el ex canciller macrista Jorge Faurie está a cargo de la ceremonial-, pero no así su organigrama de gobierno. Fueron días de traspiés, socios desairados, renuncias intempestivas y, a su vez, de un ejercicio final de autonomía política. Mauricio Macri quedó frustrado en su intento de coparle el gabinete al libertario de ultraderecha, y ahora se lava las manos. Adentro quedarán algunos de sus ex funcionarios –Luis Caputo, Patricia Bullrich, Federico Sturzenegger–, pero sin la garantía de que le respondan a él directamente. La designación de Martín Menem como presidente de la Cámara de Diputados y de Francisco Paoltroni como presidente provisional del Senado fue la gota que rebalsó el vaso, y en el PRO ya advierten que el acuerdo de gobernabilidad con La Libertad Avanza será ‘ley a ley’.

 

’’Javier Milei pasará sus últimos días como presidente electo en el hotel Libertador, trabajando con su círculo más cercano —Nicolás Posse (jefe de Gabinete), Guillermo Francos (Interior), Santiago Caputo y Karina Milei– así como recibiendo a dirigentes y legisladores de su espacio. Sólo faltan siete días para asumir la presidencia y, sin embargo, todavía hay muchos casilleros que llenar. Cada designación representa un juego de acuerdos y de alianzas que, en la última semana, se ha caracterizado por los volantazos y pasos en falso. Desde el desplazamiento de Carolina Píparo al frente de la ANSES, pasando por la era del hielo con su vice Victoria Villarruel al desplante a Mauricio Macri”.

 

En la economía

Toda la delincuencialidad de Juntos por el Cambio y de estos nuevos mamarrachos de la política, apretados como zánganos en un panal, tiene los ojos puestos en Vaca Muerta y sus gasoductos –será dónde deberán poner sus ojos para su defensa las organizaciones sociales y políticas nacionales y populares-, el Fondo de Sustentabilidad del ANSES, Aerolíneas Argentinas, la Hidrovía y el nuevo polo descubierto de Palermo Aike en la provincia de Santa Cruz, además de los recursos mineros de las provincias, donde los gobernadores deben hacer valer los derechos de los provincianos si quieren que sus conciudadanos los respeten y apoyen. Todos ellos en conjunto se juegan una de sus pruebas más bravas y directas que jamás se haya dado en tiempos de democracia: que su andar y gobernabilidad se hagan sostenibles, mientras el Estado sufra el más grande ataque en sus cimientos.

Alfredo Zaiat, investigador económico de Página 12, también dice lo suyo y aporta, lo que venimos diciendo desde hace mucho: “Javier Milei no tenía plan ni equipo económico preparado para la gestión. Los lineamientos ofrecidos durante la campaña electoral fueron panfletos eficaces. No habrá dolarización, no se dinamitará el Banco Central y el ajuste no será a la “casta política” sino que recaerá sobre la mayoría de la población. El fraude político señalado en estas páginas ha quedado en evidencia en las semanas posteriores al triunfo en el balotaje:

  1. El equipo económico está siendo armado con un nivel de improvisación impactante. En realidad, es un equipo de financistas liderado por Luis Caputo con escasa formación para el diseño de la política económica, que sólo promete conseguir dólares con financiamiento externo. Existe la sospecha acerca de que el primer presidente economista piensa ser en la práctica el ministro de Economía. De alguna forma lo dice en diálogos informales: ‘Quién sea el ministro se va a tener que aguantar que esté encima de él todo el tiempo’.
  2. 2. El programa económico es el típico ajuste regresivo aplicado en tres ocasiones en los últimos 50 años (dictadura militar y gobiernos de Menem y de Macri), sólo que ahora Milei promete que lo hará con más rigor. La carencia de un programa integral queda al descubierto cuando adquirió a libro cerrado el plan de reforma del Estado y desregulación que había preparado Federico Sturzenegger para la candidata presidencial Patricia Bullrich.
  3. 3. El ajuste fiscal de 5 puntos del PIB que adelanta Milei será de no más de 0,5 puntos sobre lo que denomina “casta política”. El resto será un recorte brutal de subsidios a los servicios públicos, lo que se conoce como “tarifazos”, de subvenciones al sector privado, paralización de la obra pública y eliminación de las transferencias a las provincias. En la práctica se verá si lo puede concretar”, en lo más esencial de la opinión y análisis de Zaiat para Página 12.

Todo ello lo anticipamos, pero los necios y sin formación se encapricharon “en que el Peronismo es la ‘casta’ y que sobre él había que lanzar los dardos”. Ahora recién se están sacando las legañas y viendo y sintiendo que les metieron un perno de tamaño descomunal.