WASHINGTON, EE.UU. (Especial para EL SOL ABC-Por HispanTV). El ex presidente de Estados Unidos Donald Trump (2017-2021) admitió la decadencia del país en la esfera mundial, pues es una “nación en declive”.
“Nuestro país ha sido puesto de rodillas, humillado ante el mundo. Sin embargo, presumimos de dar lecciones a otras personas en otros países sobre sus democracias”, dijo el viernes Trump en un evento político en Las Vegas, al cargar contra la gestión del actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden.
De hecho, Trump denunció la “anarquía” en varias ciudades estadounidenses, la “creciente barbarie” y la “ola de delincuencia” que azotan a EE.UU.
“Todo el tiempo, las calles están fluyendo con la sangre de las víctimas inocentes del crimen, mientras damos lecciones a otros”, señaló.
En este sentido, alertó del “récord histórico de homicidios” en varias ciudades estadounidenses y destacó que EE.UU. es una “nación en declive”.
Asimismo, reiteró su lema electoral para las elecciones de 2016 —en las que derrotó a Hillary Clinton—, enfatizando la necesidad de “hacer que América sea grande de nuevo”.
De este modo, el ex mandatario estadounidense dio paso para anunciar una posible candidatura para las elecciones 2024, proponiendo que sería el líder que necesita el país norteamericano.
Estados Unidos vive una epidemia de violencia. Las últimas estadísticas indican que más de 17.000 muertos, incluidos casi 650 menores, se han registrado en lo que va de 2022.
Con la propia administración de Trump, en el poder desde enero de 2017, la hegemonía de EE.UU. experimentó un fuerte declive, pues el magnate iba intensificando su campaña punitiva contra los demás países, lo que provocó un malestar generalizado entre sus aliados.
Efectivamente, expertos opinan que el paso de Trump por la Casa Blanca, como catalizador de la desigualdad, polaridad y violencia, acentuó el declive del estado de la democracia en EE.UU.
Otras voces
También han salido a manifestarse casi en el mismo sentido, dando su voz de alerta, varios intelectuales como políticos norteamericanos, para que dicho país vuelva sobre sus ejes y preste atención a lo que pide el pueblo norteamericano y no lo que expresan los círculos de infiltrados foráneos que manejan las principales entidades u organismos estadounidenses, como el Pentágono, la Reserva Federal, Wall Street y las principales universidades. Es allí que creen que está la debilidad del país y por ello se ha llegado a “la guerra en Ucrania”, que definitivamente perjudica a los mismos norteamericanos.
Así, desde el International Schiller Institute, el senador republicano, en una conferencia dada en junio pasado, Richard Black, había adelantado que “Ucrania ya ha perdido la guerra” y que “solamente el negocio de las armas es el que mantiene el conflicto”, ya que “Ucrania no tiene municiones ni armas de calibre especial para hacer frente a los 50 mil proyectiles por día que lanza Rusia, 10 veces más que Ucrania”.
También el senador Black ha dejado traslucir que “sólo queda la posibilidad de la guerra termonuclear, que es una amenaza para todo el mundo”.
Todo ello, se da en un contexto de la debilidad de Europa y mucho más con la renuncia del primer ministro británico Boris Johnson.
