La denuncia de Tomás Méndez “sobre que el Presidente está en peligro”. (YouTube).
BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Servando Sanmartín). Hay una parte de la película-documental “El legado estratégico de Juan Domingo Perón”, obra del fallecido Fernando Pino Solanas, donde éste entrevista al general Juan Domingo Perón en Puerta de Hierro y hablan del “Brujo” López Rega, secretario y amo de llaves de la residencia en Madrid (España).
Allí Pino le pregunta a Perón sobre “si usted no sospecha que López Rega le juegue en contra y sea un agente de la CIA para controlarlo a usted y al movimiento”. Perón se rasca la cabeza y hace un gesto de sorpresa por la pregunta, pero sobre la marcha le responde: -Claro, lo sé. A lo que Pino insiste: -¿Y por qué no lo saca? Perón pita su cigarrillo y le contesta: _Porque sé que apenas saque a López Rega, instantáneamente me colocarán otro. Y como López Rega cree que yo no sé, es más fácil controlarlo… me entiende.
Esa parte anecdótica del filme de Pino, muestra el grado de infiltración que proyecta el Departamento de Estado sobre la República Argentina, “nación sudamericana que no debe dejarse crecer porque con el tiempo puede ser un tremendo rival y competencia directa en todos los campos”, según dichos en varios estrados de los principales entes de poder de EE.UU. e Israel, como el Reino Unido. Y donde grupos cerrados de poder como el Grupo Bilderberg, G7, Skull & Bones, La Tríada (Rockefeller, Rothschild y Morgan) y CFA, de los cuales dependen miles y miles de ongs, fundaciones, religiones, que son esponsorizados por estos grupos para mantener disimuladamente el poder sobre los hombres en la Tierra.
Así cercaron el Banco Central de la República Argentina, ya que no podían ingresar a la primera línea. Pero comentan varios directores, que existe una oficina secreta dentro de la entidad, a la que tiene sólo acceso “personal de limpieza” del organismo financiero nacional, que es donde se monitorea al gabinete directivo y la oficina de movimientos financieros de la entidad, por parte de agente encubiertos de la CIA. Nadie puso el grito en el cielo hasta ahora por lo que comento.
Cristina Kirchner es una de las más infiltradas
Por su liderazgo y por su talento político, Cristina Kirchner es quizás el “mayor enemigo a destronar” por estos agentes al servicio del Gobierno de EE.UU., que se someten por dinero por supuesto “a entregar a sus familias, a sus hijos, nietos y demás parentela” para hacer de “intermediarios” de las órdenes emanadas desde los grandes centros de poder nombrados anteriormente. Por eso, casualmente, se entiende que Cristina Kirchner haya nombrado como ministra de Salud a Graciela Ocaña, o también haya casi perpetuado en su cargo a Florencio Randazzo, otro agente disimulado, por intermedio del grupo Clarín, que se puso en evidencia cuando la ex presidenta le sacó el banquito en la última parte de la pelea electoral allá por mediados de 2015, dejando como candidato oficial a Daniel Scioli, otro que también antes de entrar ya estaba infiltrado y sus movimientos eran vigilados con mucha precisión. Por eso, no bien perdió las elecciones ante Mauricio Macri le comenzaron a salpicar “hechos con sus mujeres, con su gestión como gobernador y otros aspectos menos importantes”. Total, el daño y estrategia tomada por el Departamento de Estado de EE.UU. había triunfado. Ya los agentes directos y sin máscara de los EE.UU. ingresaban por primera vez muy legalmente a los despachos de la Casa Rosada. A éstos no hacía falta infiltrarlos, si todos los días aparecían “con los calzones bajos”.
El caso de Sergio Massa tiene muchas casualidades, ya que ingresó a trabajar en el ANSeS como empleado de planta y así fue escalando, hasta que ingresó Néstor Kirchner en 2003 y lo puso a cargo de la entidad. Por ello, es un hombre a vigilar, porque hizo un viaje de casi una semana a EE.UU. en este año, “nadie sabe concretamente a qué”, si los que tienen motivos sobrados para viajar, más en esta pandemia, son los ministros y secretarios de Salud de la Nación. O los ministros de Economía o de la Producción, conjuntamente con el presidente de la Nación, por razones y cuestiones atinentes a sus cargos.
Una edición especial de ADN de Tomás Méndez casi sobre el mismo tema
Antes de publicar sobre la investigación de Tomás Méndez, ADN y ex C5N, hoy en Crónica TV, primero tenemos que poner en evidencia al secretario de Comunicación de la Nación (agente infiltrado), Juan Pablo Biondi, quien “fue el que entregó la foto del cumpleaños de la esposa del presidente Fernández en la residencia de Olivos a su novia, que ‘casualmente’ trabaja en diario Clarín”.
Entonces, qué le queda al presidente y a su gabinete: tomar medidas al respecto. Hasta ahora no se hizo nada. El tal Biondi sigue como pancho por su casa en su oficina de Casa Rosada. Pero esto que denuncia Méndez es muy importante, por eso vamos a reproducir esa nota in extenso:
El presidente está en peligro, mientras la AFI mira para otro lado
30 DE AGOSTO 2021 · SOCIEDAD– Por Tomás Méndez
Alguien no está cumpliendo correctamente su rol, porque en la puerta de ingresos a la Quinta de Olivos, tenemos a un tipo que reivindica la dictadura. ¿En serio nadie se dio cuenta? Si es así, la seguridad del presidente, y por ende de la nación, está en manos de improvisados.
Lamentablemente, son graves los problemas que enfrenta la Argentina. Y por ser graves, para enfrentarlos no sólo hay que saber hacerlo, sino que también hay que tener vocación. Hay que arriesgarse, sabiendo que son jodidos, y abordarlos.
Lo que no se puede hacer, es seguir en la ingenuidad.
Y para eso justamente te quería traer este video que es de 2006. Quiero que lo veas con detenimiento.
El que habla es Néstor Kirchner, en ese momento presidente, que se dirige en el Día del Ejército a toda la tropa. Lo hizo tiempo después de que se detectara y lograda aplacar un movimiento dentro del Ejército, que quería oponerse a sus políticas de memoria, verdad y justicia. Entonces el presidente de ese momento acude a palabras muy duras en su discurso.
Miralo con atención, y prestá atención a una persona que se retira de ese acto, cuando escucha las fuertes palabras del presidente.
“Quiero que quede claro que queremos el Ejército de San Martín, de Belgrano, de Mosconi y Savio. Y no de aquéllos que asesinaron a sus propios hermanos. Que fueron de Videla, Galtieri, Viola y Bignone. Hay un nuevo país. Necesitamos soldados comprometidos con el destino de la patria”.
Mientras decía estas palabras, ese hombre que viste que se retiraba era este señor:
Coronel retirado Alejandro Daniel Guglielmi, hoy jefe de la Casa Militar.
O sea: el tipo que se retiraba del discurso en el que un presidente decía “acá hay democracia”, el que se enojaba porque le decían en la cara que los milicos habían cometido delitos. Ése que se fue, ése es hoy jefe de la Casa Militar.
Por eso yo me pregunto si realmente Cristina Caamaño puede estar al frente de la AFI. Y me lo pregunto en serio, sin chicanas. Porque si en este país no hay alguien que se dé cuenta y que le informe al presidente que el que le maneja la seguridad de los ingresos y egresos a la Quinta de Olivos es este tipo, entonces estamos jodidos.
Y hay más. Porque Guglielmi ya estaba en ese cargo con Mauricio Macri, y fue el que tachó los nombres de los jueces cuando le pidieron que informe las visitas durante la presidencia anterior.
Entonces ojo, porque este tipo es peligroso. Ya lo demostró al ser el primero en marcharse cuando lo señalaron a Videla. Ese hombre, justamente ese hombre, es uno de los máximos referentes de la seguridad del Presidente en Olivos.
¿Podemos estar tranquilos?
¿Podemos seguir siendo tan ingenuos?
