SAN SALVADOR DE JUJUY (Especial-EL SOL ABC). La provincia de Jujuy había venido siendo manejada con “mano de hierro” y al que no le gustaba, lo despedían o le descontaban el sueldo. Para ello, Gerardo Morales, el jefe supremo de Jujuy, había creado toda una red de alcahuetes y agentes espías, e infiltrados en todos los gremios de la provincia, lo que lo había llevado en seis años a gobernar casi sin protestas.
Pero no es que hayan salido nuevos dirigentes, más sagaces, más inteligentes, más batalladores, sino que la misma situación de ahogo “se tornó desesperante y sin un callejón de salida”, cuando los agentes públicos de la Provincia son los peores pagos del país y en las últimas negociaciones paritarias el régimen volvió con sus viejas conocidas artimañas, ofreciéndoles un 19 % en cuotas.
Pero las bases saltaron y los infiltrados fueron “separados”, y allí comenzó otro cantar para parársele de frente a un Morales que anda de campaña nacional, gastando el dinero que no les da a los trabajadores jujeños, para ver si zafa de la andanada de denuncias judiciales que habrá seguramente apenas deje el poder.
La protesta del viernes
Así las calles de la capital jujeña se llenaron el viernes de trabajadores estatales que comenzaron una jornada de lucha unificada con una marcha hasta la Casa de Gobierno local, en San Salvador de Jujuy, en la que exigieron que se convoque a paritarias para equiparar los salarios a la inflación, entre otras reivindicaciones laborales.
La manifestación, a la que se sumaron docentes del sector privado, se resolvió en medio de un paro de 24 horas en reclamo de una “real discusión paritaria” que incluya “un aumento igual a la inflación”, entre otras demandas, algunas ya comprometidas, pero no ejecutadas por el régimen de Gerardo Morales, según los organizadores de la protesta, según consignó como información el sitio Infogremiales.
“Aquí estamos todos los trabajadores estatales unidos: profesionales, docentes del sector público y privado, del escalafón general, municipales: este es el camino que tenemos que seguir”, expresó el secretario general de la Asociación de Profesionales Universitarios de la Administración Pública (APUAP), Nicolás Fernández.
“Vamos a necesitar muchas marchas como ésta para poder abrirle las manos a un régimen que actúa de manera arbitraria, desleal e intransigente”, agregó.
El gremialista explicó que la aspiración de los sindicatos es que el Gobierno jujeño brinde respuestas a los reclamos sobre mejoras salariales y en las condiciones de trabajo que vienen reclamando desde hace tiempo.
En la misma línea, Rodrigo Guerrero, de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), advirtió que en Jujuy hay “sueldos de pobreza y miseria que no se pueden soportar más”.
“Queremos salarios dignos acordes a la canasta básica”, sentenció y llamó a trabajadores de otras actividades a unirse e las protestas.
Por otro lado, Silvia Vélez, secretaria general de la Asociación de Educadores Provinciales de Jujuy (ADEP), consideró como un hecho alentador que los trabajadores se animen a manifestarse a pesar de las advertencias del gobierno local sobre “día no trabajado, día no pagado”, lo que implica que la medida de fuerza impactará sobre el adicional por presentismo.
“Hemos perdido el miedo, eso es importante y lo estamos manifestando hoy acá”, subrayó Vélez y luego se sumó a las críticas sobre el bajo nivel de los salarios en la provincia.
Junto a APUAP, ATE y ADEP participaron de las protestas el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) y agrupaciones políticas como el Polo Obrero, entre otras entidades.
Sueldos congelados
Los participantes, entre otros puntos en común, coincidieron en sus denuncias sobre el ajuste salarial en la provincia, ya que a pesar de la inflación “hace cinco meses que los sueldos de los empleados estatales están congelados”, a excepción de un “miserable 6 % que les impuso el Ejecutivo a los docentes”, según plantearon.
El petitorio de los gremios prioriza, según las presentaciones realizadas en los últimos días, “cerrar la paritaria 2021 y lograr consensos para la 2022”, tras haber perdido en el año 2021 “un 15 % de poder adquisitivo” producto de la inflación registrada.
También se supo que todos los frentes de gremios, donde el régimen de Morales había logrado tener infiltrados que jugaban a su favor y por eso no existían protestas en las calles de Jujuy se ha roto y ha sido puesto en evidencia, es por ello que los gremios han comenzado a salir cada uno por su cuenta a la calle: ya sin miedo y diciéndole al régimen que si no cede Jujuy va a volver a arder, esté quién esté al frente.
