QUÉ PUEDE DECIR SÁENZ: ¿que lo que hoy le sucede al país y Salta en particular pasa porque no puso el cuerpo como corresponde para que Milei no llegue a la presidencia?

Sáenz, gobernador de la provincia de Salta. (Foto: Prensa GdS).

 

SALTA (Especial para EL SOL ABC-Por Ana Argañaraz). Lo vengo repitiendo desde esta columna, de qué nos sirve ahora lamentarnos de los problemas que tenemos los salteños, y todos los argentinos en general, cuando los gobernadores, entre los que se encuentra en primer lugar Gustavo Sáenz, no pusieron el cuerpo en la campaña presidencial para que Sergio Massa llegara a la Casa Rosada.

Tenemos que sincerarnos ante el pueblo, porque el mismo está presente, aunque no lo dice, pero fuerte rechazo habrá en las próximas elecciones. De nada valdrá el amiguismo con los intendentes; y es que está vez la gente irá hasta el hueso. No se olviden, por favor de esto que les digo.

El país está totalmente destruido, pero esta vez es de verdad, sino pregúntenles a los gremialistas de todos los rubros de las ramas de la economía provincial, que “están más desorientados que Bukele en un convento”. Por lo que la última liana de salvación que el queda al gobernador es trabajar, pero de verdad, por los intereses de los salteños. Esos intentos de buscar canales de diálogo con una administración negacionista y entreguista es mostrar una debilidad encubierta que al oficialismo nacional le conviene y que a la hora de imponer condiciones para cualquier viabilidad de envío de recursos está en un lugar en la cima de privilegio. En ello, es que la única opción que le queda al gobernador Sáenz es ordenar a senadores y diputados que realmente defiendan los intereses de la Provincia y se nieguen a aprobar con todas sus fuerzas e inteligencias el DNU 70/23.

Además, prepararse para gobernar la Provincia ya sin pensar en el Estado nacional y descubrir con sinceramiento total, juntos a todos los estamentos provinciales, una nueva forma de gobernar. Sacando una impronta local, como juntarse con todos los gobernadores del Norte Grande, para poner en movimiento la “moneda del Norte Grande” (Monogra), para encender la economía regional para obras y más puestos de trabajo. Es la única tabla de salvación.

NdR: ya en la década de los 80’ se trabajó con el “bono salteño”, que en un primer momento sirvió mucho para dinamizar la economía provincial, pero luego aparecieron los “pícaros” especuladores, tanto bancarios como privados, que hicieron fracasar la idea. Tampoco puede ser por mucho tiempo. Debe ser por un año y a revisión para su rescate, por parte de la administración provincial. Con esos controles se puede llegar a buen puerto, sin causar ningún desequilibrio de peligro para la economía de los hogares salteños. Y menos a la administración nacional.