BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Servando Sanmartín). Hablar y hablar de por qué los festejos en el búnker del Frente de Todos y de por qué el “Presidente vive en otro mundo y está disociado de la realidad” y una serie de abstracciones, que sólo les cabe en sus cerebritos odiadores. Pareciera que ellos fueran el centro del mundo y que no existiera más mundo que el de ellos.
Y todo tiene su explicación. Si vamos por el lado romántico: quién te puede quitar el derecho al optimismo, luego de casi dos años de penurias y contratiempos, de comenzar a ver la luz al final del túnel. Si no nos damos ese espacio para el optimismo, hoy que estamos vivos, es no haber leído o interpretado a Sigmund Freud.
Si vamos por el lado de lo pragmático, lo empírico, lo más real: dos años de permanente lucha por un Estado que había sido destruido sistemáticamente, que “no tenía un Ministerio de Salud, todo el sistema sanitario estatal adolecía de los más mínimos instrumentos como elementos de salubridad, como es un litro de lavandina o un trapo de piso para limpiar. Médicos que ni sabían para qué estaban. Y millones de vacunas arrumbadas en depósitos privados por los cuales además se pagan alquileres. Todo el sistema o programa de vacunación de los niños argentinos casi desapareció. Y sobre llovido, mojado: se viene una pandemia, que todavía nos está rondando, pero ahora mejor preparados, con experiencia, y con algo imprescindible: las vacunas. Y como yapa: con el 80 % de la población vacunada. A lo que se agrega, que todos los sectores que fueron perjudicados están volviendo a la normalidad”.
Entonces, abarajame ésta Wiñaski, por decir sobre uno de los perros vacíos de contenido bueno, pero lleno de odio, que habla y habla, de todo, pero menos de la PANDEMIA.
Y hoy a la distancia se ve con claridad —-por lo que pasa en Europa, tanto Reino Unido como en Alemania— que las “odiosas medidas” tomadas por este Gobierno son las que nos permiten ver este presente con muchas esperanzas. Entonces, cómo no festejar, cómo no abrazarse, si lo que parecía una catástrofe y por todos los títulos diarios de Clarín, La Nación, Perfil, Infobae y su red de medios satélites, que poco más el peronismo desaparecía. Entonces, allí está el sentido de la vida y del esfuerzo, por qué no del brindis. Se remontó con viento en contra, además con una mochila sobre el hombro y sobre un camino en subida con desprendimientos de rocas.
Y para cerrar, tomo la opinión de Ignacio Puls, que en las redes sociales expresó: “Fue una derrota, pero con sabor a victoria; porque los gorilas oligarcas venían por todo… Clarín, La Nación, Macri, Vidal, etc., hablaban de transición, vacío de poder, caos económico, de quedarse con la presidencia de la Cámara de Diputados, y la sucesión presidencial, etc. Venían por un golpe de Estado (blando): la toma anticipada del poder, pero se les frustró. A pesar de la pandemia, que afectó a los oficialismos en todo el mundo, el Gobierno conserva la primera minoría en la Cámara de Diputados y en Senadores, y en la Provincia ganó con mayoría en el Senado. Se les frustró la toma del poder anticipada. Ahora es barajar y dar de nuevo. La recuperación económica ya es notoria y está en marcha. Y quedan dos años de incesante crecimiento. Ya pasará lo peor: las pandemias de Coronavirus y del macrismo…”.
