BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Servando Sanmartín). Se van acallando las voces, pero la alegría sigue en millones de corazones que tuvieron en la Selección de fútbol su éxtasis de alegría y felicidad. Pero ha surgido de entre los filamentos más ocultos del pueblo argentino una serie de datos muy negativos para el andamiaje de la democracia en la Argentina.
Pero esto no es reciente, sino que se viene dando en una especie de ataque sistemático contra la democracia, contra el Gobierno actual, contra las instituciones, y luego ya directamente contra los hombres desde el mismo momento de instalarse de nuevo el Peronismo en una parte del poder instituido por la “democracia”.
Pero hay un punto para detenernos para el análisis, que es que, de los 23 gobernadores, sólo 12 hayan firmado el documento jurídico de pedido de juicio político de la Corte de Justicia de la Nación, entre ellos su presidente Carlos Rosatti y los demás miembros como Maqueda, Rosenkrantz y Lorenzetti. ¿Por qué ocurre este negacionismo por parte de una buena porción de gobernadores que dicen ser peronistas? Porque hay un pulpo que lo abarca todo, que es el grupo Clarín, una especie de enredadera tejida dentro del armazón comercial, social y político de la Argentina por EE.UU., que tiene dentro de su andamiaje empresarial un grupo de alfiles periodísticos que hacen de archiveros de cada uno de los dirigentes políticos (sean del bando que fueren), de empresarios, militares, jueces, autoridades eclesiásticas, académicos, etc., con los cuales existe una presión-extorsión subliminal sobre todos ellos, para conseguir torcer la voluntad popular con fines aviesos que le sirvan a sus intereses comerciales. Por ello, es muy particular el manejo de lo político que se hace sobre los gobernadores. Los casos más palpables son los gobernadores Uñac (San Juan), Bordet (Entre Ríos), Ahuad (Misiones), Perotti (Santa Fe), Sáenz (Salta) y Alberto Rodríguez Sáa (San Luis), donde se dicen peronistas confesos pero que no se juegan por la soberanía y el sentido de Patria, que hoy necesitamos más que nunca los argentinos, cuando vemos que los intereses del pueblo los juega un grupo de apátridas que se mueven como esbirros y lacayos de la Embajada de EE.UU. en la Argentina. Y ese grupo entreguista (en una suerte de simbiosis macabra) es el partido político creado por EE.UU. para entrometerse y gobernar disimuladamente el país: es Juntos por el Cambio.
Entonces, qué le pasó a cada uno de estos gobernadores
Lo que se juega en materia de presupuesto, subsidios, obras, coparticipaciones para todas las provincias argentinas ronda los 200 mil millones de pesos, suma que ordenó pagar la Corte de EE.UU. en la Argentina al Gobierno nacional al feudo norteamericano de CABA, para desmantelar y desorganizar cualquier plan de la actual gestión que lo lleve a posicionarse con muchas expectativas de cara a las elecciones de este año.
Y todo esto lo saben los gobernadores, pero por qué se oponen. Porque muchos de ellos tienen la cola sucia y otros quieren ser “presidenciables” en el futuro o están prendidos dentro de negociados muy poco claros con las corporaciones, que de una manera u otra están ligadas a EE.UU.
Veamos cada caso:
San Juan: el Gobierno actual le ha dado todas las herramientas a Uñac para que haga prosperar, mediante la minería y la vitivinicultura, a una provincia que casi tiene pleno empleo, porque no se ha querido meter con las retenciones mineras. Sin embargo, éste ha dicho que no, “porque se supo que tiene un fallo de la Corte de la Nación para presentarse para un nuevo turno como gobernador de San Juan”. Ha puesto en la balanza su interés personal por sobre el resto de los sanjuaninos. Algo muy grave.
Salta: En esta provincia es notorio que Gustavo Sáenz no es peronista. Llegó al mismo de la mano del ex gobernador e intendente Miguel Isa, como funcionario de segunda, pero que se supo mover buscando acuerdos con distintos sectores para oficializarse como mandatario provincial. Por su mujer, de apellido Cornejo, siempre está subido al caballo de que él pertenece a una clase privilegiada y que utilizó al Peronismo para sus fines personales de escalamiento. Pero, también sabe que el grupo Clarín lo tiene en su archivo como parte del entorno del “caso D’Alessio-Stornelli, cuando fue fotografiado infraganti en una reunión playera con estos dos sujetos, de amplio y sucio prontuario, que pertenecen a la mafia judicial que sirve a los intereses de EE.UU. en la Argentina”.
Entre Ríos: acá Bordet está embretado con la liga sojera entrerriana y es un gobernador con poca personalidad decisoria y que se juegue por los intereses de la mayoría. Cuida su puestito, porque quiere ser reelecto. Por eso sabe que no debe ponerse en contra de los intereses del grupo Clarín, que en esta provincia tiene cientos de emprendimientos agrícolas mediante testaferros.
Santa Fe: como no quiere que el Estado nacional meta sus narices en el manejo de la Hidrovía y de sus puertos, que es donde campea el narcotráfico en grandes volúmenes, como la evasión y luego la fuga de divisas, que son las potentes fuentes de financiamiento de la política local, manejo de jueces y de las fuerzas de seguridad, Perotti prefiere entregar lo que le corresponde de los 200 mil millones, porque también juega a su proyecto personal, que de peronista tiene poco. Y Clarín sabe de sus negocios oscuros.
Misiones: otra de las provincias beneficiadas por el Gobierno nacional, pero el gobernador Ahuad es otro dirigente sin mucha personalidad. Es de esos que van para donde el viento corre. Sabe que Clarín sabe mucho de él.
Río Negro-Neuquén: tanto Arabela Carreras como Gutiérrez son empleados de las corporaciones petroleras. La primera es empleada directa de Joe Lewis, por lo que está atenta a lo que le pida el patrón. De esa relación tiene muchos dividendos y poco le importa lo que venga de la Nación. Lo mismo hace Gutiérrez. Clarín tiene frondosa información de ambos.
Córdoba: esta provincia sufre el “mal del glifosato”, que, mezclado con fernet, es un peligroso antídoto contra la Patria. Y Schiaretti siempre ha sido un macrista infiltrado y ha utilizado al Peronismo para fines personales. Por ello nunca va a apoyar alguna medida del Gobierno nacional.
San Luis: tiene una provincia ordenada y que poco depende del erario nacional, pero los Rodríguez Sáa tienen un frondosísimo prontuario que maneja Clarín. Y allí está la clave.
La corrupción es la base de Juntos por el Cambio
EE.UU. no necesita dotarse de funcionarios trabajadores y probos en los gobiernos títeres que impone. Si no, todo lo contrario. Porque de esa manera tiene fundamentos para el manejo mucho más fácil de las instituciones y organismos de un país. Y la clave la encontró mágicamente cuando propició el conflicto con la patronal del campo en 2008, en los comienzos del primer mandato de Cristina Kirchner. Ya lo había palpado en Boca Juniors con la instalación de Mauricio Macri y su banda en la administración de este populoso club. Luego el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, para después lograr el tan ansiado “poder político” cuando Mauricio Macri es elegido presidente de la Nación. En todos ellos, se impuso la corrupción a niveles históricos y es la base de la estructura principal de Juntos por el Cambio: cuando más corrupto seas, más lugar tienes en la organización esta fuerza política que creó EE.UU. para dominar a los argentinos.
