CAFAYATE, Salta (Especial para EL SOL ABC). Desde el Gobierno nacional, que, en los últimos meses, le sigue dando apoyo, pero que no recibe ningún gesto de parte de Gustavo Sáenz, ni para convocar a todos los intendentes del interior para revertir los resultados de las PASO —pareciera, que “él juega con el ganador”—, quien además dijo tras firmar los acuerdos para proveer de gas natural a las localidades vallistas de Tolombón, Cafayate, Animaná y San Carlos, como asimismo a El Tala y El Jardín, mediante gasoducto que viene desde la localidad tucumana de San Pedro de Colalao: “Exigiremos e insistiremos a todos los candidatos a presidente con posibilidades ciertas, que garanticen que esta obra emblemática y otras ya licitadas, en construcción y las prometidas, se concreten”.
O sea “él exige”, pero no da nada a cambio. Y esta es la manera de que un dirigente que, no tiene un norte fijo y cierto, está llevando a que la provincia de Salta vaya quedando al margen de las grandes negociaciones y aperturas comerciales que van a ofrecer los BRICS, como estas mismas expectativas que viene generando esta obra y que es la licitación del segundo tramo del Gasoducto Néstor Kirchner hasta la ciudad de Nueva Esperanza en el norte de la provincia de Santa Fe.
Lo que nadie entiende es esta postura fría de un gobernador que supo ser alero en las presidenciales de 2015, de quien es hoy es el principal candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, quien junto a la ministra de Energía de la Nación, Flavia Royón, posibilitaron el capital de 26 mil millones de pesos para que la Provincia ejecute la obra, sin necesidad que tenga que devolver el dinero.
¿Qué más querés, chango?
