“Para mí es un honor y una enorme responsabilidad”, dijo la ministra de Seguridad. El presidente pensó en una figura que representa la intransigencia ante la oposición, el entusiasmo ante la demagogia punitiva y lealtad hacia Macri cuando se trata de defender posiciones de derecha.
El dedo de Mauricio Macri por ahora sigue funcionando. Primero dispuso que Cristian Ritondo será el jefe de bloque del PRO en Diputados y sufrió las primeras rebeliones, rápidamente aplacadas. Ahora avanza en nombrar a Patricia Bullrich como presidenta del PRO. Una outsider hace pocos años, Bullrich disolvió su partido para sumarse al PRO. Macri formalizó su nombramiento -que se hará efectivo tras una elección en febrero– en el encuentro de presidentes de distritos la semana pasada. Luego de eso, Bullrich lo hizo público: “Para mi es un honor y una enorme responsabilidad tomar esa tarea”, dijo la ministra de Seguridad. Si bien no tiene muchos amigos dentro del partido, tampoco hay demasiado interés en destinar energías a disputar la presidencia, que nunca fue central para los movimientos del PRO. “Por ahora, lo que dice Mauricio se va haciendo”, indicó un dirigente con años en el espacio ante este diario. El dato: el énfasis estuvo puesto en el “por ahora”.
El encuentro de Macri con los jefes regionales fue otro paso del presidente en busca de asegurar que, con su salida de la Rosada, mantendrá el título de líder de la oposición, algo que es puesto en duda por más de un aliado. Sin ir muy lejos, Martín Lousteau aseguró que “el espacio de la oposición no tiene dueños. No los tenía antes. Menos ahora”. Y advirtió que el resultado 48 a 40 implica la necesidad de una reflexión interna sobre lo ocurrido porque es “un fracaso”. En la misma línea, desde el sector del monzoismo, Nicolás Massot advirtió que “no es bueno disfrazar las derrotas de victorias”. “Tenemos el deber de mantener el frente político, pero no tal como está, con las mismas caras, los mismos nombres, los mismos partidos, que son al final de cuenta accidentes o formalidades”, destacó. Incluso su consultor Jaime Durán Barba lo cruzó a Macri por el golpe de Estado en Bolivia (ver aparte).
Macri no plantea aceptar ninguno de esos consejos, que implicarían su retirada. Sí se especula con que pueda pasar a cuarteles de invierno el jefe de Gabinete, Marcos Peña, fuertemente cuestionado desde diversos frentes. De hecho, hay rumores de que dejaría (por un tiempo, al menos) la política y se iría a vivir a Washington D.C. Para mantener el control del partido, Macri pensó en una figura que representa la intransigencia ante la oposición, el entusiasmo ante la demagogia punitiva y una lealtad hacia Macri cuando se trata de defender posiciones de derecha: Patricia Bullrich es la elegida. Una decisión impensada en los orígenes de ambos, cuando ella en un debate para jefes de Gobierno en 2003 lo trató a Macri de “corrupto”.
Ya en su nuevo rol, Patricia Bullrich dijo el sábado: “Hubo un proceso de consenso durante estos 20 días. Ayer (por el viernes), en una reunión con todos los presidentes de distritos, y la mesa del PRO actual, consensuaron esta posibilidad. Para mí es un honor y una enorme responsabilidad tomar esa tarea”. Aunque aclaró que para entrar en funciones, tendrá que esperar a febrero, cuando habrá elecciones del PRO con lista única, ya comenzó a hablar como la nueva presidenta del PRO: “Tenemos la tarea de organizar el PRO y representar este 40 por ciento de ciudadanos que nos votaron. Hay que trabajar en una oposición responsable, organizar el PRO y hacerlo crecer”. Por ahora, como presidente sigue Humberto Schiavoni, también leal a Macri. “La idea es abrirle el partido a toda la gente que ha apoyado fuertemente a Juntos por el Cambio en esta última elección para llenarlo de nueva gente e ideas”, aseguró Bullrich. La única incorporación de 2019 es Miguel Angel Pichetto. No se conocen otras.
Bullrich, por supuesto, apuntaló a Macri como líder opositor: “Mauricio Macri es una figura con proyección nacional e internacional, con un liderazgo muy fuerte en esta coalición. Él estará escuchando a todos para lograr que estemos en condiciones de ser una muy buena oposición. Luego, como partido que ya fue gobierno, volver a la búsqueda de la vuelta al Gobierno. Ese va a ser un objetivo”, dijo.