FÓRMULA UNO: Ferrari se prepara para dominar la categoría en 2023 con un renovado F1-75, donde le han puesto énfasis en su fragilidad

Carlos Sáinz y su Ferrari, que con algunos cambios, tendrá muchas posibilidades de confirmar que es uno de los pilotos de mayor futuro dentro de la categoría. (Foto: ABC España).

TURÍN, Italia (Especial-Marca-Por Marco Canseco). La lucha por el segundo puesto del Mundial de Pilotos no parece ser una prioridad para Ferrari, después de que Max Verstappen se proclamara bicampeón de forma inapelable en el pasado Gran Premio de Japón. En Maranello se centran en solucionar problemas que aquejan al F1-75, como la fiabilidad y buscar soluciones para el motor del próximo año, que les permita competir al tope de sus posibilidades sin pagar por ello penalizaciones en parrilla cada menos de cinco carreras, como ha sucedido en 2022.

Desde la edición italiana de ‘Motosport.com’ se habla de un quinto motor (con algún sexto elemento como el MGU-K) para Charles Leclerc este fin de semana en Austin, lo que le supondría una penalización de 5 puestos en parrilla, pero que podría darle un rendimiento extra para las cuatro carreras que restan (junto a México, Brasil y Abu Dabi), para concluir la temporada.

La diferencia es mucha respecto a las cuatro unidades de Verstappen (con las que va a terminar el año) o las cuatro que hasta ahora han montado en Mercedes, y más si se tiene en cuenta que Checo Pérez sigue con su tercer motor del año, dejando la solidez de fiabilidad en manos de Honda esta temporada. El piloto de Jalisco le lleva a Leclerc un solo punto (253 por 252) a falta de cuatro citas, pero Red Bull tiene entre sus prioridades lograr “ese doblete que nunca hemos hecho en pilotos. Es más importante que las 14 victorias para Max”, según ha confesado Helmut Marko recientemente.

 

Nuevos materiales

Según la página especializada italiana, el nuevo motor tendría algunas soluciones de materiales que son un anticipo de la unidad de 2023. No se trata tanto de una cuestión de potencia, aspecto en el que están a la altura o por encima de los mejores, como lo atestigua que Ferrari sea el equipo con más poles de este curso, nada menos que 11: nueve para Leclerc y dos para Carlos Sáinz (en Silverstone y Spa). Con el motor a pleno rendimiento no hay duda de la competitividad del F1-75, pero también de que ha sido frágil, con dos roturas para el monegasco (España y Bakú) y una con incendio para Sáinz (Austria), si se habla estrictamente del propulsor y no de otros sistemas como el hidráulico.

Ferrari debió rebajar el rendimiento en carrera, sobre todo en citas con calor, para conseguir que aguantaran elementos como el MGU-K, y el MGU-H con el turbo, que han sido los elementos más problemáticos. Se hablaba internamente de que no habría solución hasta 2023, pero parece que se montarán piezas con nuevos materiales, algo a lo que la FIA habría dado su permiso de antemano para saltar la congelación de motores con la exención de la fiabilidad por medio y una vez que el Mundial está decidido.

 

Sáinz podría cambiar en México o Brasil

Teniendo en cuenta que el español, que lleva también 4 unidades utilizadas (con un quinto MGU-K) cambió su unidad en Monza, a Carlos podría llegarle el turno de tener este nuevo motor modificado para México, la próxima semana, o quizá para Brasil (13 de noviembre) en una cita en la que se celebra el tercer Sprint de 2022. Para Carlos, la rotura en Austria, cuando estaba remontando al segundo respecto a Verstappen y podría haber luchado por la victoria, terminó con casi todas sus opciones de luchar por el campeonato, aunque visto el rendimiento final de Red Bull, estaba fuera del alcance de sus dos coches a partir de Hungría y sobre todo de la vuelta del parón en Spa.