BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). A partir de 2023, pero que ha recrudecido mucho más desde mayo y ello lo notan los editores y seguidores de las diferentes redes sociales, donde Facebook y Twitter son las más utilizadas, en un casi 70 % entre una u otra. Nos referimos a que existe muy claramente una censura encubierta para todo lo que tenga que ver con el Peronismo, o con grupos o personas que defiendan un Proyecto Nacional y Popular.
Esta dinámica peligrosa en la que han entrado estas redes sociales, que responden directamente al Departamento de Estado de EE.UU., que es el que diseña las políticas para defender sus intereses en el mundo, especialmente en la Argentina, país que ha sido tomado, por su lugar geográfico estratégico sumado a ello todos sus extraordinarios recursos naturales (agua, litio, oro, petróleo, tierras fértiles, abundantes glaciares, cobre y minerales raros, que es lo que más se esconde) como uno de los “fuertes” o “destacamentos” que se debe manejar, ordenar y saquear.
Para tomar dimensión, estamos como en tiempos de las primeras colonias europeas que se asentaron en territorio nacional, cuando se construían los fuertes o fortalezas, para defenderse del ataque de los indígenas originarios. El país todo ha sido tomado como una “fortaleza” a la que hay que “defender” de nosotros los pueblos originarios o criollos.
Es así que Twitter y Facebook boicotean a los usuarios que demuestran cierto grado de conocimiento y arraigo hacia lo nacional, y, por lo tanto, se hacen defensores de las políticas y decisiones en defensa de lo nacional y popular. En sí de quienes defienden la Patria: no se los publica y dura menos de dos segundos su publicación que desaparece. O sino utilizan registros o palabras o algoritmos, para que se retrase su publicación, o en algunos casos directamente te dicen: “Ese material no se puede publicar, porque viola las normas o reglamentos de la red social”.
Mientras, que los trolls y candidatos de Juntos por el Cambio son repetidos hasta el cansancio automáticamente. Parece que tienen “censores especiales” para que esto ocurra.
Finalmente, lo positivo de todo ello, es que todos los seguidores creen en su propio autorrelato y se relajan creyendo que “ya ganaron las elecciones y ya están disponiendo de los ministerios que dicen que van a eliminar”. Uno de los casos emblemáticos es el de el candidato a vice de Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales: en sus spots habla de “paz, orden y trabajo”, pero todavía el rostro y espaldas de los jujeños tienen las heridas frescas de la brutal represión tras la aprobación fraudulenta de la reforma de la Constitución jujeña. Tras lo cual hay una velada persecución a estudiantes, militantes sociales y profesores universitarios hacia el interior de la provincia norteña.
