A LOS QUE NOS QUIERE LLEVAR MILEI: la matanza de Maine en EE.UU. fue causada por esa “libertad” de adquirir armas en cualquier negocio

Imagínese el país con todos armados. Una locura total. (Foto: YouTube).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Ana Argañaraz). Asimilar la fuerte noticia de la matanza de Maine en EE.UU., recientemente, me lleva a contraponer el proyecto que tiene la Libertad Avanza en caso de llegar al gobierno, que me deja temblando de sólo pensar que cualquier ciudadano del país pueda llevar libremente un arma en su cintura.

Nuestra cultura, basada en el pacifismo y en el respeto a la convivencia entre las comunidades que la habitan, ha hecho del solar patrio el ideal para que millones de extranjeros habiten o utilicen de paso nuestro suelo para sus actividades de ocio o de trabajo o estudio. Ello es reconocido de manera altamente congratulante por diversas entidades de DD.HH. y organismos mundiales, que hasta ponen de ejemplo que la comunidad palestina pueda convivir pacíficamente con la hebrea.

Por ello, las voces de alarma han cundido en el pueblo toda vez que, tanto Javier Milei como ahora su socia política Patricia Bullrich, sean partidarios de la “aplicación de la mano dura”, o de la Ley del Talión y “de la baja de edad de imputabilidad del delito para adolescentes que delinquen”. A lo que se complementaría con “la portación libre de armas”. Convirtiendo así a todo el territorio nacional en una de las calles de los poblados del Lejano Oeste norteamericano del siglo XIX, que desde aquella época sufre un tremendo libertinaje en cuanto a la venta como a la portación de armas, que en ningún momento haya logrado bajar el número de muertos, que es lo que se quiere evitar acá en el país.

 

Lo que pasó en EE.UU.

De acuerdo a lo que señalaban las cadenas internacionales de noticias anoche, que ya se lo tenía cercado al sujeto señalado como Robert Card, un ex marine e instructor de armas, que además señalaron las autoridades del FBI, está con un grave cuadro de salud mental y fue eso que lo llevó a tirotear a grupos de personas en una avenida, donde existen muchos bares, confiterías y salones de juego de diversión. En total, hasta el momento se reportaron 18 muertos.

En lo que va de 2023, son 565 casos de tiroteos o de usos de armas, con algún muerto en EE.UU., donde su misma Constitución lo permite en la segunda enmienda.

Página 12 también consignó ayer que “las imágenes de Robert Card, el presunto autor del ataque, entrando armado en uno de los locales donde disparó a sus víctimas muestran el rifle AR-15 que portaba, un instrumento con equipamiento extra que le permite disparar muchas más balas sin necesidad de recargar”.

Mientras que los estadounidenses deben tener 21 años antes de poder comprar alcohol legalmente y de entrar en un bar, en la mayoría de los estados del país pueden comprar un rifle de asalto a partir de los 18 años.

De hecho, muchas leyes tienen requisitos de edad más estrictos para comprar pistolas que para los rifles de estilo militar, que se han convertido en el arma más utilizada en los tiroteos masivos de los últimos años.

Como ha recordado en las últimas horas en X (anteriormente Twitter) Peter Ambler, director ejecutivo de Giffords, una de las más conocidas organizaciones en favor del control de armas, Maine no tiene ni comprobaciones de seguridad universales para quien quiere comprar un arma ni obliga a contar con licencia para tenerla.

Tampoco hay en Maine normas de “red flag” (bandera roja), que impiden que personas que hayan pasado por crisis mentales –como según han publicado varios medios, es el caso de Card– posean un arma de fuego.

En el último estado escenario de una masacre en Estados Unidos, con 18 muertos y 13 heridos, tampoco hay una norma que limite la compra de los cargadores de alta capacidad, que se acoplan al arma y permiten disparar sucesivamente durante mucho más tiempo sin necesidad de parar para recargar munición. Esto permite comprar en este estado desde el arma más simple hasta la más sofisticada sin necesidad de controles previos.

Según el instituto Pew, cuatro de cada diez hogares en Estados Unidos tienen un arma de fuego, y un 32 % de los ciudadanos dicen ser los dueños de una. El 72 % de quienes poseen un arma aseguran tenerla para protegerse.