BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Desde diversos sectores del Frente de Todos piden al Gobierno nacional no entrar en la agenda de desconcierto y pauperización de la administración de gestión en la que está sumida la oposición por medio de los diarios Clarín y La Nación.
Esto se debe a que recientemente se salió a contestar y a perder tiempo sobre el “caso de Sofía Pacchi”, en una suerte de maldad manifiesta, “tratando de endilgar a la Residencia de Olivos como un cabaret, como sucedió realmente en tiempos del ex presidente Menem, donde el desfile de modelos, artistas y actrices de la TV era un rito diario, que no se divulgaba porque Menem era un agente de las multinacionales y del establishment nacional”.
Otro tanto sucede en el plano de la economía, cuando al agente financiero infiltrado de Wall Street y de la Bolsa de Londres en la Argentina, Roberto Cachanovsky, cada tanto lo sacan a flamear, tanto La Nación como Clarín, para que “apure una devaluación acorde a sus intereses particulares”.
En las redes sociales, tanto Luis D’Elía como los periodistas Jorge Halperín, Alejandro Crivisqui y Juan Alonso vienen dando cuenta de esta orfandad del Gobierno nacional en el sentido de no tener un “un Ministerio de Comunicación fuerte, con una persona como Aníbal Fernández, o Leandro Santoro, por ejemplo, que tengan muchos conocimientos como experiencia para comunicar realmente la verdadera agenda de la gestión y no quedarse a responder sobre trivialidades y cosas que no hacen al funcionamiento del Gobierno”.
Una suerte de red de medios nacionales y populares
Tampoco, desde Télam, que es la agencia que maneja la pauta publicitaria del Gobierno, se hace un llamado a todos los medios nacionales para que puedan inscribirse para defender al pueblo de la Nación, del constante avance de medios foráneos como CNN, que ha instalado una cadena de radios en todo el país. O los mismos medios digitales que redistribuye Google en el panorama de la web, dejando sin espacio o sin lugar para su difusión a aquellos que defienden las políticas nacionales y populares.
En vez de ello, Télam para inscribirse pone una serie de requisitos casi imposibles de cumplir y con muchas vueltas para un registro. Todo ello debiera la Secretaría de Comunicación y Prensa de la Nación, a cargo de Juan Pablo Biondi, fijar nuevas pautas más accesibles para “darle dinámica a un mensaje que esté de acuerdo a la defensa de lo nacional y popular; sobre todo su cultura, que es la base para la expansión de las fronteras de afirmación y crecimiento del país”.
Y esta es una de las grandes fallas del Gobierno de Alberto Fernández.
