NO SABE NI QUÉ ES LO QUE VA HACER: ayer salió como figura estelar por los canales a desdecirse con “yo no dije eso” o “quién cree que voy a atacar a la gente”; se viene un parate de la economía

Javier Milei, agente de los fondos buitres. (Foto: YouTube).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Servando Sanmartín). Ya montado en el corcel de la Presidencia de la Nación, Javier Milei, salió a desdecirse de lo que gritaba furioso y endemoniado en las tribunas o foros donde le tocó participar, cuando desde el entorno más próximo de asesores le dijeron: “Che, pará la mano, porque parece cierto que vamos a llegar a la Presidencia”.

En este pequeño recorrido de ayer por los canales, donde todos querían conocer “en profundidad” a “la tortuga que se les había escapado” –haciendo apología de la frase del genial Diego Maradona–, se pudo comprobar que el hombrecillo no tiene la más pálida idea de lo que es gobernar un país de 45 millones de personas. Sólo recortes estudiados para repetir hasta el cansancio. Así, por ejemplo, en uno de los canales que lo entrevistaron le preguntan por el rol que cumple su hermana en esta campaña proselitista, a lo que expresó: “Somos un partido en formación. Nunca pensamos que en dos años íbamos a estar en este lugar. Y eso se lo debo a mi hermana, que es el ser más puro que se pueda conocer. Y ella es la genia, la ideóloga tras de todo esto”.

Pero cuando le preguntaron qué es lo que va a hacer con las jubilaciones: “Y bueno, vamos a manejarnos con lo que produzca el Estado. Va a haber aumentos si disponemos de plata”. Eso es lo que le dijo a Chiche Gelblung. Luego en TN sobre este tema dijo que “eso lo estamos evaluando; vamos a ver cómo las vamos a poder financiar”. Allí se ve claramente que el hombrecillo nacido a la política, bajo el plan de EE.UU. y los grandes fondos buitres BlackRock y Vanguard, para derechizar completamente la política argentina, con la idea de que nadie se oponga al saqueo que tienen en curso de los recursos naturales del país, está metido en un cuello de botella del que no sabe cómo salir. Si hasta debe estar puteando de porqué se metió en este berenjenal.

Claro, que el plan era que se derechizara la política, pero no que saltaran los fusibles con el triunfo resonante de La Libertad Avanza. Quizás el pueblo, en esa dinámica muy particular y singular del nuestro, haya percibido “esa trampa” y votó así para “despejar y despertar” a la dirigencia, que sigue atada a esquemas muy conservadores académicos y no pega el gran salto que dio Milei, con su mensaje disruptivo. Quizás, ese sea el mensaje indirectamente del pueblo para el Gobierno, que “se anime a hacer algo por fuera de las normas, que se la juegue como se la jugó Milei, por supuesto éste inconscientemente, guionado desde sus gestores que provienen desde los círculos que manejan en el país BlackRock y Vanguard”.

En varias tribunas vimos gritar a este líder con pies de barro: “Vamos a acabar con los planeros, vamos a dar espacio a la meritocracia; cada uno se va a tener que ganar su lugar”. Pero ayer comenzó a cambiar el discurso: Yo no dijo eso; digo que los planes se van a mantener; lo que voy a hacer es sacar a los intermediarios (pero si eso lo hace este Gobierno, con las tarjetas de débito); ellos son víctimas, yo voy a ir contra sus victimarios”. Y así en varias propuestas.

Finalmente, lo que saco en limpio con este personaje vernáculo de la farándula porteña, es que “está preocupado, porque lo que era una utopía se puede convertir en realidad”. Y ahora se le comenzaron a quemar los guiones. En sí, es un pelele muy manejable y muy peligroso para el país y para todos los argentinos. Más cuando dijo: “La verdadera ideóloga es mi hermana, yo soy sólo el ejecutor de esas ideas porque soy un muy buen comunicador”. ¿Qué puede salir mal?