SALTA (Especial para EL SOL ABC-Por Avispón Negro). En esta vida de tantos contrastes, donde los días parecen más cortos, porque dicen que el eje de la Tierra se ha averiao, es bueno reclinarse en el sillón pa’ ver qué pasa en este mundo cada vez más extraño. Algunos hablan de señales.
Yo por lo menos me’i dedicado a filosofar, aprovechando que estoy descansando de la Juani, que se me lo ha ido pa’Catamarca a la casa de mis suegros, en sus acostumbradas vacaciones invernales, con temperaturas de 30 ºC. Por eso, algo va a pasar, que el medio ambiente nos está avisando.
Será por eso que veo a un tipo como el Pampito, nacido en cuna de oro, hablando de los pobres. Me da un poquito de escalofrío, como yusca antes que la friten, y dando cátedra de “cómo se hace negocio con los pobres”, cuando semanas antes declaró muy abiertamente que “yo le pago más o menos unos 70 mil pesos a mis empleados –tiene varios restoranes en CABA— y lo demás, se ganan con la propina”. O sea que “habla de los pobres, cuando realmente los maltrata y se burla de ellos”. Me pone de los tomates marolio –que son los más baratos y accesibles, porque son bien argentinos—y digo pa’mis adentros: =será que estos tipillos viven dentro de una burbuja tan grande y espesa, que no les deja siquiera hacer un aporte a la sociedá=. Pa´colmo habla de dinamitar un edificio emblemático, sólo pa’ evitar que a él le saquen la incomodidá de no poder transitar por la 9 de Julio allá en la Capi… se me regüelven las tripas.
Pero luego veo al famoso Miguel Dentudo (Mick Jagger) –esa sería más o menos la traducción del apellido del criticador de la corona inglesa–, aunque “es un cabaiero de la corte”, cumpliendo 80 años, con algunos menos, por lo menos cinco, ia que siempre fue medio figurón el flaco. Pero el arrugao, que tiene más vida vivida que Tutankamón, que se ha chupao todo, que se ha inyectao todo, hoy sigue moviendo su esqueletito como si juera un chango de 50. Y eso no cualquiera lo puede hacer, porque primero el dentudo siempre tuvo mucha guita, que la utilizao pa’ desintoxicarse. Luego de cada joda se “internaba en un sanatorio muy privado” pa’ hacerse tratamientos hormonales y otras ierbas, que lo dejaban fresco como una lechuga. Eso, pocos lo saben.
Así que este flaco que baila más fiero que mi abuelo, que no es ejemplo de “la güena vida ni de la salú”, no la figuretea de nada; y allí quizá está uno de sus maiores méritos. Mientras que el Pampito siempre fue figurón, mucho más ahora que se ha casao con la Pampita, que ella sí se maneja como una ciudadana común y que la sigue remando… ahora con el Pampito.
Así que me quedo con el Dentudo, que a su manera es feliz y ha hecho feliz a tanta mujer suelta y a sus por lo menos más de media docena de hijos, siempre con la misma, dicen.
