JENNIFER ANISTON: “El precio de la fama puede ser la salud mental”

A sus 52 años, Aniston se ha vuelto una mujer más reflexiva. Cree que la fama no es tan fácil de sobrellevar. (Foto: Mujer Hoy.com).

LOS ÁNGELES, EE.UU. (Especial-Mujer Hoy de ABC.es-por Marita Alonso). La primera vez que vimos a Jennifer Aniston en la televisión iba vestida de novia y era consolada por cinco jóvenes anónimos destinados a convertirse, al igual que la melena de la novia a la fuga, en historia de la cultura pop. 27 años después del estreno de Friends, la pandemia nos obliga a hablar con ella tal y como la conocimos: a través de una pantalla. Sin embargo, basta con oír su reconocible voz un instante para olvidar la distancia. Mientras que medio Hollywood se enamora y desenamora gracias a la aplicación Raya, el Tinder de los famosos, Jennifer asegura preferir los métodos tradicionales.

Que haya revolucionado las redes por felicitar a su ex, Justin Theroux, y por saludar con cariño a su otro exmarido en los SAG Awards (por si vives en Marte, hablamos de Brad Pitt) dificulta los intentos de la actriz de disfrutar de una vida sentimental tradicional. No ha de ser fácil enfrentarse a una entrevista cuando los insistentes rumores acerca de un romance con David Schwimmer (Ross en Friends) han forzado al representante del actor a negarlo. Sin embargo, como ella misma reconoce, es experta en no mostrar al mundo sus preocupaciones. “Sí que sé hacerlo. ¡Ohhhh sí! ¡Oooh, sí!”, dice con rotundidad cuando le preguntamos si comparte con Alex, el personaje al que da vida en The Morning Show, (Apple TV+) la capacidad de sobreponerse instantáneamente ante las cámaras tras un golpe emocional.

“Creo que soy mejor que ella escondiendo las cosas, porque no paso de la comedia al drama en mi vida. Ella, en cambio, tiene muchas sombras en su vida personal y ante la cámara ha de compartimentar. Es una maestra al hacerlo, porque tienes que aprender a mostrar sólo una parte de ti. El problema es que ella esconde sus sentimientos demasiado y, por eso, al final de la primera temporada, estalla. La nueva comienza con Alex meses después de esa purga, cuando decide tomarse tiempo y espacio para hacer inventario personal”, explica.

_ ¿Cuántas veces siente Aniston la necesidad de hacer lo mismo?

_Es que siempre lo hago, como todos los seres humanos, ¿no? Necesitamos reflexionar y recargar, porque si no, seríamos robots pasando por la vida sin un objetivo.

Aunque resulta inevitable pensar que Jennifer es una amiga de toda la vida (para la prensa siempre ha sido la chica de al lado y su vida amorosa, una inacabable fuente de noticias), se trata de una de las actrices más famosas del planeta. Alcanzó el millón de seguidores sólo cinco horas y 16 minutos después de abrir su perfil en Instagram, una red que trata con especial cautela.

“Los actores compartimos con los presentadores de noticias el tener dos mundos separados, el público y el privado, por lo que hemos de diferenciar la figura pública de la personal”, explica. “Los presentadores de televisión han de digerir noticias cada día y tienen una inmensa responsabilidad a tiempo real, y eso para mí es más difícil que actuar, tanto física como mentalmente. Los actores tenemos tiempo para escribir, leer y aprender, por lo que es un proceso creativo hasta cierto punto más disfrutable, aunque a veces es agotador viajar a ciertos lugares emocionales”.

También le resulta estresante la promoción de nuevos proyectos, pero no está dispuesta a marcarse un Naomi Osaka. Dijo que los 10 episodios de la primera temporada de la serie fueron el equivalente a 20 años de terapia.

_ ¿A cuántos equivale la segunda?

_ Diría que los mismos, pero la verdad es que estoy bastante centrada, por lo que estoy muy bien -dice después de echarse a reír-. De esta temporada he aprendido mucho sobre comunicación, transparencia, autenticidad, moralidad… Pero, sobre todo, sobre lo que los seres humanos somos capaces de hacer, porque grabamos en plena pandemia y ha sido rarísimo. Al comienzo, sentíamos que estábamos haciendo algo malo por trabajar, como si no pasara nada. De repente, esa situación tan loca se convirtió en la nueva normalidad y asumimos un exhaustivo protocolo Covid. Desde un punto de vista creativo, era especialmente raro, porque no hay nada mejor que tu equipo, que es una enorme familia, y el haber estado separados ha sido muy extraño… Por no hablar de lo raro que resulta actuar en tales circunstancias. Ensayábamos con mascarilla, pero nos la quitábamos para grabar. ¿Qué pasa, que el virus se toma un descansito? Hemos hecho un inmenso esfuerzo para hacerlo de la mejor forma y, teniendo en cuenta eso, hemos hecho un gran trabajo, aunque he echado de menos la conexión. He extrañado a mucha gente –dice sin tomar aire-.

Aunque su discurso es tan fluido que podría parecer fruto de una lectura televisiva de Teleprompter, sus interjecciones, sus suspiros y la cercanía de su voz denotan que no hay un guión. La pandemia no sólo ha cambiado los protocolos de grabación, también el guión de algunas series, que han hecho del coronavirus un personaje más.

“En la primera temporada nos pasó algo parecido cuando estalló el #MeToo. Ya habíamos integrado en el argumento temas como el sexismo, el racismo y la competitividad, y cuando se destapó el escándalo supimos que teníamos que incluirlo en la trama. Entre marzo y octubre, el equipo trabajó mucho para incluir la pandemia en el argumento”, dice la actriz.

Antes de parar, Jennifer llevaba tiempo pensando que la normalidad con la que estaban actuando no era lógica. “Los estudios estaban cerrando, las fábricas habían parado. ¿Por qué nosotros no? La gente trabajaba desde sus casas, pero como actores no tenemos el lujo de la distancia física. El 11 de marzo, en plena grabación del primer episodio, decidimos parar. Y nos dimos cuenta de que el argumento tenía que cambiar”, confiesa. El equipo ha realizado la postproducción de la segunda temporada… a través de Zoom. “Sé que esto pasará y que nos reiremos al recordar el miedo a vacunarnos. Este es un período que vamos a superar y del que hemos aprendido mucho”. Precisamente el que algunos no hayan querido vacunarse es el motivo por el que la actriz se ha alejado de muchas personas cercanas.