DAR EN EL CLAVO: Cristina dio magistral clase de “economía real” en Avellaneda, dejando en evidencia los guetos negativos que la atacan

Cristina ayer en el acto en Avellaneda junto a Yasky y Ferraresi. (Foto: Télam).

Discurso completo de Cristina ayer en Avellaneda. (YouTube-Télam).

AVELLANEDA, Buenos Aires (Especial para EL SOL ABC-Por Servando San Martín). Ayer en el Plenario de Trabajadores de la CTA, la vicepresidenta de la Nación, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, junto al secretario general de la CTA, Hugo Yasky y el actual ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación, Jorge Ferraresi, dio una magistral clase de economía real ante un marco multitudinario de militantes y trabajadores de distintos sectores.

Aprovechando la fecha patria del 20 de Junio, en honra al General Manuel Belgrano por su fallecimiento, uno de los Próceres fundadores de la argentinidad y de lo que hoy es la República Argentina, Cristina llegó y habló como una militante y miembro más del Frente de Todos, poniendo énfasis en los “errores” que según su experiencia y visión se están cometiendo en el manejo de la economía, que no puede dominar la alta inflación, que permanentemente ataca el bolsillo de los trabajadores y de los sectores más empobrecidos de la población.

Como siempre en lenguaje claro y llano, la Vicepresidenta habla desde su rol central y experimentado porque “dejó una inflación anual promedio del 25 %, con un ingreso por cápita de más 600 dólares de salario promedio mínimo y con una desocupación del 6,5 % y un dólar a 9,60 pesos que se llega luego de tres corridas bancarias durante sus dos mandatos”. Por supuesto, con la salvedad de no haber tenido una pandemia como el Covid ni estar dentro de un contexto de guerra cuasi mundial, pero sí tuvo la caída de Lehman Brothers y la permanente puja con los sectores concentrados de la economía nacional.

 

Siguen mintiendo

Mientras los sectores opositores salieron en barra a contestarle al discurso-clase de Cristina en las redes y en distintos programas, por supuesto omitiendo y mintiendo como centrando sus discursos en que “no dice que uno de los factores de la inflación es la constante emisión y gran endeudamiento del Estado”, según Santilli ante Canosa, pero no dicen nada de lo que dijo Cristina: “Por supuesto, que no hay un único factor el causa la inflación, pero el Banco Central debiera controlar más la entrega de dólares para las importaciones, donde falta coordinación entre la Aduana y la Secretaría de Comercio Exterior. Se necesitan articular políticas integrales coordinadas entre las distintas áreas de gobierno. Hay mucha sobrefacturación para las importaciones y subfacturación de las exportaciones, y es allí la AFIP la que debe actuar con mayor rigor”.

A lo que luego agregó, la Vicepresidenta, poniendo otro dardo exacto sobre otro punto que daña a la economía nacional y a las reservas del Banco Central: “Existe también un Partido Judicial que ataca con cautelares que ha permitido hasta el momento más de 1.800 medidas en favor de importadores de bienes personales (lanchas, autos, relojes de marca, aviones, etc.), que han incrementado en más de 1.500 millones de dólares la salida de divisas del Banco Central. Esto es lo que se debe controlar y estar más atentos”.

Anoche el periodista Juan Amorín, en el programa Minuto Uno, de C5N, dijo muy claramente: Esta parte del mensaje de la Vicepresidenta está apuntando a los juzgados en lo Civil y Comercial Nºs 6, 8 y 9 de Capital Federal, que son los que permiten estas jugadas”.

Errores propios

Dando a entender muy claramente que con la llegada de Daniel Scioli en el Ministerio de Desarrollo Productivo y de Guillermo Michel en Aduana, espera que “la cosa comience a cambiar en beneficio de la gestión del Gobierno y principalmente de la gente”, la Vicepresidenta también apuntó en su clase magistral contra los “funcionarios que no funcionan”.

Allí resaltó la gestión en el Ministerio de Trabajo de Carlos Tomada, que “no sólo permitió articular políticas para integrar los planes, de los cuales dejamos unos 230 mil aproximadamente, sino que se trabajó para que el salario fuera uno de los mejores de América Latina”.

Fue allí que describió las debilidades del Gobierno, por falta de control y miedo de enfrentarse con los sectores que trabajan para minar cualquier atisbo de mejoramiento de la situación de la clase trabajadora, que hoy no llega a fin de mes con sus sueldos, sobre lo que la agencia Télam resumió: “Cristina Fernández de Kirchner rechazó que la Argentina sea uno de los países con mayor presión impositiva y que a pesar de esta situación, el país ocupa el tercer puesto a nivel global en materia de evasión.

En su discurso durante, la Vicepresidenta remarcó que “Francia debe ser el país con mayor presión tributaria con 47 %, seguido por Dinamarca y Bélgica; y la Argentina está lejísimo”.

’’Tras negar que haya múltiples impuestos, como se sostienen distintos sectores, resaltó que ‘en el ránking de países evasores, la Argentina ocupa el tercer puesto en materia de evasión’. “La recaudación representa el 28 % del PBI cuando debería representar el 45 %”, aseguró.

Por otra parte, indicó que el país ocupa otro podio. En el “podio en los países con formación de activos en el exterior, también somos terceros”, lamentó.

Se trata de “ciudadanos que sacan dólares al exterior; no es que falten dólares, están afuera”, enfatizó.

También denunció el “festival de importaciones” que existe desde hace tiempo y pidió “pensar cómo articular más adecuadamente lo cual no estaría sucediendo”.

En la Argentina 600 empresas explican el 75 % de las importaciones; mientras que el otro 25% de las compras en el exterior es realizado por 24 mil compañías, explicó.

Asimismo, recordó que entre enero de 2021 y marzo de 2022 salieron “muchos dólares para importaciones por amparos judiciales”, resumió Télam.

Quedó muy claro que las críticas van en igual medida para el Ministerio de Trabajo, Ministerio de la Producción, AFIP, Banco Central y Secretaría de Comercio Exterior, donde cree que el presidente Alberto Fernández debe poner el foco ya, de forma excluyente.