CÓMO DETENER EL TIEMPO: Nanque ha conseguido la fórmula perfecta, que la comparte para que te animes

Date ese minuto de respiro. No todo es correr en la vida. Esa es la propuesta. (Foto: WallHere).

SALTA (Especial-EL SOL ABC). Nos atrevemos a compartir otro desglose de las ideas del ahora “Caballero del Reloj” en que se ha transformado Nanque, que para que tu domingo sea completo como cuando esperas el postre después de un apetitoso almuerzo, qué mejor divagar para encontrar ese momento exacto para dar rienda suelta a nuestra felicidad de leer contemplando el mundo que nos rodea.

———DETENIENDO EL TIEMPO——-

Por NANQUE, Caballero del Reloj (Julius-XXX-MMXX)

(Sinfonía dorada de palabras de un sueño)

 

¿Nunca nadie te propuso realizar algo haciendo correr las agujas del reloj en sentido contrario?

¿Nunca te has probado emprender esa quimera escondida en un rincón de tu corazón?

¿Nunca has imaginado transitar esos nuevos mundos a la vuelta de una mirada?

Baja y busca un lugar cómodo de tu casa con un ventanal acortinado dejando ingresar luz.

Es tiempo de un viaje, inconcebible para mentes llenas de fórmulas y ecuaciones.

Bájale el volumen a tu ego. Cierra los ojos ante la boletería de ingreso a lo desconocido.

Regístrate con los pies desnudos caminando sobre alfombras persas.

Sin tener la mínima y desasosegada conciencia del día impetuoso, lleno de ausencias, tienes la mágica delicadeza de convertirte en el mago de tus días para cinchar con tu pensamiento la detención de esa máquina del tiempo.

Ahora sí adelántate a caminar por los corredores de un tren en marcha. Prueba desde una punta hasta su fin, mientras fijas tu pensamiento en ese recuerdo amado y nunca perdurado.

Abre los ojos y ve el mundo, donde crees mirando la ventanilla que los paisajes vienen a ti uno tras de otro. No sabes si eres tú el caminante, o es el horizonte alejándose el que se mueve, o es el coche sobre el riel imaginando ir más rápido que tú. Si no has logrado descifrar esta paradoja infinitesimal, es el momento detenido.

No te quedes con ello. Si quieres otra prueba, sumérgete en el mismo transporte, elige un libro cualquiera. Marca una página al azar y comienza a leer para tu mente, en silencio, mientras el pitar de ese ferrocoche aletarga la siesta del caballero de traje blanco, duermes la siesta sobre los hombros de esa morena de trenzas largas asesinando con su antipático decir al autor pensante y escribidor de la historia paralizante llamada leyenda.

Todo sigue. Sigues enfrascado en miles de mundos diferentes, cuando aun tu vehículo no ha rodado nada más que unos kilómetros.

Cuando bajes los escalones de la vida real habrás comprendido la abstracción de la perfección, ante el ojo absorto del manipulador de la hora, dándote chance para un día más.

Puedes ser el mago de tus días. (Foto: Flickr).