AGUAS BLANCAS: el comercio fluye sin la intensidad de otrora, donde miles de argentinos van a trabajar a Bermejo, y el negocio preferido es importar neumáticos vía bagayeros

Cientos de bagayeros trabajan diariamente haciendo "pasar" mercadería de todo tipo. Los bultos llegan a pesar los 70 kg. Esta muestra es en Aguas Blancas cerca del mediodía. (Foto: EL SOL ABC).

AGUAS BLANCAS (Especial para EL SOL ABC-Por Luis Mendoza *). Días recientes, cuando una persistente llovizna caía sobre esta localidad fronteriza, situada frente de la ciudad de Bermejo (Bolivia), dividida por las aguas internacionales del río Bermejo, llegamos a la madrugada para esperar que el paso internacional se habilite, dándonos con la noticia que el mismo todavía no está habilitado.

Por lo tanto, lo que pudimos comprobar es que “no hay gendarmes, o son muy pocos que no se dejan ver, por lo que el paso es irrestricto, que comprobamos en las casi 12 horas que recorrimos ambos sectores fronterizos”. Lo que da lugar a que el comercio vaya increscendo, según comentarios que pudimos recabar a medida que se deja atrás la pandemia.

A partir de las 4 de la madrugada comienzan a llegar los colectivos de larga distancia que provienen de Salta capital o de San Salvador de Jujuy, a unos 450 y 330 km respectivamente.

La gente comienza su tránsito para cruzar en chalanas o gomones después de las 7 de la mañana (hora argentina) cuando un centenar de remises y colectivos locales traen a muchos salteños, que tienen instalados negocios u otros trabajan del lado boliviano, porque el cambio favorece al peso boliviano (se consigue a 3,40 bolivianos por cada 100 pesos argentinos, cuando en la mejor época se llegó a dar 150 bolivianos por un peso argentino en la década de los 90) y por lo tanto, se puede llegar a juntar unos 2.000 pesos bolivianos, que al cambio son unos 70 mil pesos argentinos. Cosa inimaginable para cualquier trabajador de la zona, ya que los sueldos para empleadas domésticas no llegan a los 30 mil pesos, mientras que los changarines logran un poco más.

Lo que pudimos detectar es que el grueso de trabajadores está compuesto en su mayoría por mujeres, en casi un 80 %. ¿Cómo lo detectamos? Por el cuchicheo incesante y las risas de las trabajadoras que pasan todos los días a cumplir la labor de llevar el pan de cada día a su casa. Una romería de mujeres, como si fueran en procesión, se baja de los vehículos que las traen desde Orán, Hipólito Irigoyen, Pichanal y mínimamente desde El Tabacal, localidades cercanas a la primera y capital del departamento Orán.

 

Principales productos importados

Además, de ropa de cama (frazadas, acolchados y sábanas), lo que se está ingresando desde Bolivia son los neumáticos para automóviles y camionetas, en un mayor porcentaje, ya que los precios en el país oscilan entre los 15 a 50 mil pesos, según la marca y modelo de coche, mientras que en Bolivia las mismas gomas, todas de origen chino, están entre los 8 a 20 mil pesos, respectivamente.

Un comprador común compró en Bermejo sus dos cubiertas a bajo precio. Es el negocio de moda en estos momentos. (Foto: EL SOL ABC).

Entonces, se ve a grupos de bagayeros hacerlas cruzar de entre 4 a 6 por persona y otros muchos las compran y las llevan ellos, porque no adquieren más de 2 neumáticos.

Otra actividad detectada, es el trabajo de los bagayeros, que llevan hasta 70 kg de carga por persona (los más fornidos) y que cobran mil pesos por cada bulto pasado. Así que cualquiera de estas personas está facturando entre 6 mil a 10 mil pesos por día. Pero no es un trabajo para toda la vida, “porque una persona bagayera a los 40 años tiene ciática, rodillas con problemas de meniscos y la columna vertebral afectada. Casi un desecho humano, pero bueno, se arriesgan”, dice un transeúnte que también ve la escena de los trabajadores de carga.

El negocio no para, a pesar de la “crisis” y de la pandemia. (Foto: EL SOL ABC).

Esa es la vida que se ve, a grandes rasgos, en la frontera entre Aguas Blancas y Bermejo y que en sus buenas épocas más de 10 mil personas por día cruzaban la frontera de un lado y otro. Hoy también los bolivianos vienen a la Argentina, principalmente para llevarse harina, aceite, fiambres, vinos, gaseosas y elementos de limpieza, porque son de muy buena calidad, y porque sus precios “están regalados”. Además, le sacan margen al venderlos en los mercados de Bermejo o de la ciudad de Tarija, que está a casi 200 km de ésta.

 

(*) director de EL SOL ABC.