A LOS CHILENOS LES GUSTA PINOCHET: con casi el 69 % de votos por el “no” la reforma constitucional pasa al olvido y la gran revuelta popular de 2019 fue una farsa

De nada valió la gran revuelta popular de 2019. Los chilenos cayeron en la celada de la derecha y de las corporaciones foráneas. A llorar a la iglesia. (Foto: Archivo de EL SOL ABC).

SANTIAGO DEL CHILE (Especial para EL SOL ABC-Por Pedro Martínez Rodríguez). Los chilenos quedaron enredados en su propia inercia existencial, abrumados por una gran propaganda comunicacional de los grandes medios de prensa y por el fuerte apoyo dinerario de las corporaciones extranacionales, que no trepidaron en meter mano a sus bolsillos para hacer caer la propuesta oficialista.

Para ello recurrieron a todos tipos de ardides, como hacer ver que “Chile se iría a descuartizar con los derechos otorgados a los pueblos originarios, especialmente a los mapuches”. A lo que hay que agregar que “la renovación de los puntos de la Constitución que permitían la reelección presidencial, es otro de los puntos que iban en contra de los intereses de los partidos de derecha y entregados al poder de las corporaciones, con las cuales se retroalimentan”.

Lo que se había ganado en las calles, con la gran revuelta popular del año 2019, se perdió “mágicamente” en las urnas, demostrando una vez más que el poder comunicacional y la influencia de las corporaciones, que presionaron a los sindicatos con despidos masivos de trabajadores en las minas, en el transporte y en las empresas industriales, también jugó a su favor para que los votantes cambiaran su voto a último momento.

Muy por el contrario, las agencias norteamericanas a favor de sus corporaciones salieron a informar que “no estaban dadas las condiciones para un cambio brusco de la Constitución”, dejada por la dictadura de Augusto Pinochet.

El carácter plurinacional del Estado, el derecho a la interrupción voluntaria de embarazo, la reelección presidencial, el sistema de justicia y la eliminación del Senado son algunos de los temas incluidos en el nuevo texto que generaron más animadversión entre la ciudadanía, dicen las agencias norteamericanas AFP y AP.

Las dos coaliciones oficialistas, Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático, se comprometieron a reformar el texto y moderar los aspectos más controvertidos en caso de aprobarse, pero no ha sido suficiente para convencer a los electores.

Continúan las agencias citadas, en un claro sesgo a favor del “no”, diciendo: “El triunfo del ‘Rechazo’ es la gran derrota de una ideología que pretendió imponerle a los chilenos la plurinacionalidad y muchos otros conceptos tan ajenos a nuestra idiosincrasia”, aseguró por su parte a EFE, Gonzalo Müller, de la Universidad del Desarrollo.

“Nadie anticipó esta distancia de más de 20 puntos porcentuales”, indicó la socióloga Marta Lagos, fundadora de la encuestadora Mori, en Twitter. La realización del referéndum sobre una nueva Carta Magna, tras la gran revuelta social de 2019 en reclamo de mayor justicia social, había contado con el apoyo de casi 80 % de los electores que votaron en un plebiscito en octubre de 2020 que lanzó el proceso constituyente.

Así, dada esta situación en estos momentos, el Gobierno de Boric pierde así la oportunidad, de ser la “gran locomotora” del verdadero cambio en Chile, país cruzado por las corporaciones norteamericanas y judías, que no quieren perder ni un ápice sus derechos ganados a fuerza de intervenciones y grandes crímenes en contra de la mayoría del pueblo chileno. Mientras los que viven en Las Condes y en Valparaíso son los agentes motores para que la dominación de las elites cipayas sigan por siempre.

Y ese es un gran mensaje para los demás pueblos latinoamericanos: lo que se gana en las calles, debe tener permanencia el trabajo de la lucha hasta se consigan los propósitos.