NO SE DEBEN CREAR MÁS IMPUESTOS: hay varios estudios y análisis de expertos, que la evasión y elusión impositivas rondan el 10 % del PBI

Tanto la evasión como la elusión son dos puntos que nos debe llevar a pensar que no se necesitan más impuestos, sino que el Estado tenga mejores herramientas para cobrar los que ya están estipulados. (Foto: Télam).

BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Quizás con la economía moviéndose en forma positiva con un 3 % positivo del aumento del PBI por año, pero que el Estado pueda cobrar todos los impuestos, no sería necesario a que el Estado recurra a préstamos innecesarios o se endeude con la banca local a intereses usurarios.

Esto deviene de diferentes estudios de consultoras conocidas, pero una de las más precisas en este aspecto es el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG), que tilda en casi un 3 % la evasión y elusión del PBI nacional. Mientras que otras consultoras ligadas a la CGT y partidos de centro izquierda sitúan esa situación en torno del 10 %. Si pensamos que el PBI ronda los 2 mil de millones anuales, entonces un 3 %, la cifra se acera a los 6 mil millones de pesos, mientras que la segunda se acerca a los 10 mil millones de pesos anuales.

Por ello se cree que el ojo de la AFIP y entes de control del Estado debe poner el ojo muy claramente en estos rubros:

Sector agropecuario: el fuerte de comercialización son los granos. Allí hay una fuerte inclinación al contrabando de granos hacia Uruguay vía Paraguay, desde los puertos chaqueños de El Tirol y Barranqueras, por el río Paraná. También se han detectado organizaciones armadas en El Soberbio (Misiones) sobre el río Uruguay y en Santo Tomé (Corrientes), también sobre el río Uruguay con destino a centros de acopio brasileños. A lo que se suma, que en los puertos santafesinos de San Lorenzo y Rosario no hay balanzas de pesos de los camiones antes de la llegada al puerto, donde la elusión es impresionante, cuando se declara cualquier cosa en las cartas de embarque. Allí se pierden entre 500 a 600 millones de dólares anuales para el fisco nacional.

Sector minero: aparte de pagar pocas retenciones, no pagan IVA porque todo es material exportable, también como el agro no existe de parte de la AFIP control por el tonelaje exportado. Lo que conlleva que este sector este pagando sumas irrisorias con respecto al volumen exportado. Se piden también balanzas mineras en el sector de carga de las mineras.  Por lo que se pide un aumento en las retenciones del 8 % en la actualidad al 20 %, por lo menos durante 10 años.

Sector bancario: Allí existe otro foco a atacar por el Gobierno, donde bancos transnacionales permiten la fuga de divisas mediante inversiones en los fondos de inversión, o creando cuentas corrientes en paraísos fiscales. Lo asintomático de esta situación, que el dinero fugado, es el que cliente ha evadido pagar al Fisco nacional. Los bancos nacionales evaden con la creación de tantas herramientas, que el mismo Estado les provee, como los redescuentos, no hay control sobre inversiones en el exterior, el movimiento en la compra de dólares, por lo que deberían pagar un impuesto adicional. Y, por último, las donaciones.

Sector alimentario: El IVA es el impuesto que más se evade. Las grandes cadenas lo hacen con los productos en mal estado o vencidos, o que vienen con defectos de fábrica. Los hacen figurar como devueltos, o que no entraron en la cadena de comercialización.

Empresas tecnológicas: Google, Amazon, Facebook, Neflix facturan muchos millones en el país, pero no tienen el férreo control de parte de la AFIP ni tampoco hay una legislación acorde al negocio que manejan.

 

Cómo evitar esta situación de desmadre

Los directores de CELAG hicieron conocer opinión, mediante la agencia Télam, donde expresaron que “el pago de impuestos siempre es un asunto recurrente y controversial. Sin embargo, poco se habla de lo que ‘no se paga’, sea por evasión o por elusión. En el primer caso, se hace incumpliendo la ley. Y en el segundo, se logra gracias a que la ley ofrece un tratamiento impositivo preferente en determinadas situaciones y que, en muchas ocasiones, acaba derivando en la posibilidad real de maniobrar torticeramente para dejar de pagar lo que corresponde, aprovechándose de algún subterfugio o limbo legal.

’’Se suele discutir mucho sobre la evasión, pero muy poco de la elusión, y tanto una cosa como la otra contribuyen a que cualquier sistema tributario padezca un flujo de filtraciones de grandes dimensiones. Se pierde mucha recaudación por culpa de esta fuga permanente.

’’A pesar de todo lo que se publica, el nivel de recaudación en Argentina está por debajo de los estándares internacionales. La presión fiscal en 2019 del país fue del 28,4 % del PIB, mientras que el promedio de los países de la OCDE es del 34,3 %.

’’Pero además la composición tributaria en Argentina es muy desigual en cuanto a quiénes soportan su carga. La mayoría de lo que pagamos procede de impuestos indirectos, o sea, los más regresivos e injustos. En cambio, gran parte de lo que se evade y elude se concentra en aquellos que tienen más ingresos.

’’El sistema tributario argentino bien podría recaudar más y con más justicia fiscal sin necesidad de aplicar más impuestos. Bastaría, por un lado, con simplificar y reordenar la matriz impositiva (que tiene 85 tributos a nivel municipal, 39 provinciales y 41 nacionales) y, por otro lado, con unas reformas específicas orientadas a detener la evasión y la elusión”, dice en un parte el informe escrito por Mariana Dondo de la Universidad de Quilmes y Alfredo Serrano Mancilla, director de CELAG.

Más adelante, los mismos dan algunas pautas de cómo evitar tamaña distorsión y falta de control: “La lucha contra la evasión es la tarea más complicada porque, aunque se persiga y se disponga de un conjunto de incentivos para evitarla, en gran medida depende de la predisposición de ciertos sectores económicos a realizar prácticas ilícitas, por afuera de la ley.

’’Por eso, una de las vías más plausibles e inmediatas para mejorar el sistema tributario es erradicar la elusión. La clave está en una mejor redacción de la base legal de cada tributo, de forma tal que no se permita un uso abusivo de las ventajas fiscales, sin razón económica ni social.

’’En Argentina, por ejemplo, es inadmisible que la tasa legal del impuesto que tienen que pagar las empresas difiera tan significativamente de la tasa efectiva, la que realmente pagan. La tasa legal era en 2018 del 30 %, pero a la hora de la verdad, el tipo impositivo efectivo sobre sus beneficios fue del 7,8 %. ¿Qué pasó con el resto que debían pagar? No lo pagaron (mal) aprovechándose de la letra pequeña de la ley. Buscaron y encontraron cada grieta legal gracias a una ingeniería fiscal muy bien desarrollada por sus equipos técnicos. Este tipo de comportamiento elusivo es llevado a cabo por las grandes empresas, no por las pequeñas y medianas”, dice en la parte esencial del informe de CELAG y la Universidad de Quilmes.