La foto del escenario impacta. Doce gobernadores en ejercicio y otros tres electos. Alberto Fernández y Cristina eligieron esa imagen de fondo para mostrar el apoyo cerrado del peronismo a su fórmula. Si se suma a la ausente Alicia Kirchner -concentrada en la elección en Santa Cruz-, más de la mitad de los mandatarios del país funcionan como sostén del Frente de Todos.
En la vereda de enfrente, la de Juntos por el Cambio, están Mauricio Macri, Miguel Pichetto y un grupo acotado de cinco mandatarios provinciales. Son menos de la mitad que los K, pero gobiernan a un 53,06% del padrón electoral nacional.
¿Quién tiene entonces más apoyo de gobernadores para las PASO del domingo?
– Los 13 K son Juan Manzur (Tucumán), Carlos Verna (La Pampa), Alicia Kirchner (Santa Cruz), Lucía Corpacci (Catamarca), Sergio Uñac (San Juan), Mariano Arcioni (Chubut), Rosana Bertone (Tierra del Fuego), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Casas (La Rioja), Gildo Insfrán (Formosa), Alberto Rodríguez Saá (San Luis), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Domingo Peppo (Chaco)
– Los 5 macristas: María Eugenia Vidal (Buenos Aires), Horacio Rodríguez Larreta (Ciudad), Alfredo Cornejo (Mendoza), Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes).
– Los 2 de Consenso Federal: Miguel Lifschitz (Santa Fe) y Juan Manuel Urtubey (Salta).
– Los 4 neutrales: Juan Schiaretti (Córdoba), Omar Gutiérrez (Neuquén), Alberto Weretilneck (Río Negro) y Hugo Passalacqua (Misiones).
En el recorrido cualitativo, el 53,06% del padrón que representan los 5 oficialistas es muy superior al 21,21% de los 13 mandatarios del PJ que apoyan a Alberto F.. También superan el 14,55% de los neutrales y el 11,19% de la dupla lavagnista.
Como contó este miércoles Clarín, el peso de cada distrito es muy disímil: va de casi un 37% de todo el padrón nacional concentrado en la provincia de Buenos Aires al 0,40% de Tierra del Fuego.
¿Esto significa que Macri corre con ventaja? No necesariamente. Por un lado, con la imagen del Presidente golpeada por la crisis económica, las figuras de Vidal y Larreta en sus distritos puede resultar clave para sumarle puntos para la presidencial. Lo admiten en el propio kirchnerismo: es una de las incógnitas de la elección y una señal de que la unificación era uno de los salvavidas para mantener con chances a Macri.

Macri, Peña y Frigerio, en abril de este año, con los 5 gobernadores oficialistas: Vidal, Larreta, Cornejo, Morales y Valdés.
Pero eso no impide, por ejemplo, que el Frente de Todos sea favorito en la Provincia -según mostraban las encuestas previas a la veda de publicación de sondeos-, incluso para el tramo a gobernador.
Tener un mandatario bonaerense, está claro, no es garantía de triunfo contundente: ya lo sufrió Daniel Scioli en 2015. Ganó pero por poco. En la Provincia hay un factor clave: los intendentes. ¿Pesa más que Vidal sea gobernadora o que Verónica Magario gestione La Matanza?
Como contracara, en la Ciudad y el resto de las provincias que gobierna el oficialismo (Mendoza, Corrientes y Jujuy), el triunfo de Macri estaría garantizado. Y en algunos casos, sería muy holgado.
Los mismos pronósticos tiene el Frente de Todos en los 13 distritos que maneja el PJ. Allí, la duda, es la diferencia. ¿Será de hasta 40 puntos, como logró Scioli en 2015 en provincias del Norte? Como sea, entre todas las provincias K suman poco más del 21% de todo el electorado nacional.
De las cuatro neutrales, el caso de estudio será Córdoba. Juan Schiaretti se vio tironeado por ambos lados de la grieta: forma parte del PJ, pero es el opositor de mejor relación con Macri. ¿Cómo zafó? Cortó por lo sano. Literalmente, ya que decidió que su fuerza local (Hacemos por Córdoba) vaya con boleta corta, sólo con candidatos a diputados nacionales. Para Presidente que decida cada uno.
Su prescindencia tiene matices: el titular del PJ cordobés, el senador Carlos Caserio, más un grupo de intendentes peronistas, apoyan on the record a Alberto y Cristina. Otra vez, la duda es cuánto pesará ese apoyo el domingo. En Córdoba, segundo distrito con más electores del país (8,71% del total), se descuenta que habrá nuevo triunfo macrista. La duda es si tendrá la envergadura suficiente como para compensar otras derrotas o performance menores como en 2015.
Otro distrito donde el oficialismo local irá con boleta corta y fue clave en 2015 -en este caso para Scioli-, es Misiones. Aunque su tamaño (menos del 3% del padrón nacional) le quita dramatismo a la jugada.
Esta suma de pros y contras para cada fuerza acaso resuma la conclusión central: el apoyo de los gobernadores suma, pero tiene alcance limitado. Sobre todo este año, cuando sólo cuatro distritos unieron sus comicios a los nacionales: las dos Buenos Aires, Catamarca y Santa Cruz. Y en este último caso, con boletas separadas.