CRISTINA ENOJADITA: estuvo en el Instituto Patria y dijo que “tiene diferentes miradas con Alberto”, pero que “no se puede romper el Frente de Todos”

Cristina se hizo querer por el verdadero pueblo. Los niños entre otros. Tiene derecho a enojarse, pero de allí que quiera romper lo que tanto le costó armar no lo va hacer nunca. (Foto: Archivo de EL SOL ABC).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Seba Schwarcz). No hay que caer en la celada que tiene preparada la derecha neoliberal argentina, cuyos cánones axiomáticos del cipayismo a ultranza se le van cayendo “como mercadería en los estantes en medio de un gran terremoto”, contra el pueblo de la nación.

Y lo peor es que muchos se suben  –como el colectivo es gratis— para figuretear y de paso tener un segundo de cámara, para ver si en algún lado logran meter la cabeza”, tal el caso de Guillermo Moreno o del mismo Sergio Berni, que salen bajo el archiconocido eslogan “hay que pegarle a Alberto”. Bueno, en esa sintonía se encuentra la flacuchenta la oposición luego de “la brutal paliza dialéctica del senador formoseño José Mayans, cuando cerró los discursos el jueves cerca de la medianoche antes de que la ley por la autorización al Ejecutivo nacional a refinanciar la deuda contraída por Juntos por el Cambio”, pero que ahora está sofrenada también “porque los argumentos de ‘Argenzuela, dictador Nicolás Maduro, el burro y títere de Zelensky, el Campo, el dólar, las vacunas venenosas’ han quedado fuera de foco por los acontecimientos de la realidad diaria”, dicen algunos analistas políticos.

Dentro de ese esquema poco claro, también quedaron en evidencia algunas actitudes de la actual vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, cuando no estuvo presente en el acto de consagración de la Ley de Refinanciamiento con el FMI el jueves a la noche en el Senado. O cuando la vocera presidencial Gabriela Cerruti dijo que “Cristina no le respondió ningún llamado o mensaje del Presidente”.

Entonces, qué debemos hacer el resto de los argentinos: cortarnos las venas y dejar que los enemigos cipayos que tenemos como vecinos la terminen de destruir a nuestra amada Patria. Ni lo uno ni lo otro. Porque primero debemos contextualizar el “enojo” de Cristina. Primero porque es “la mujer que nos dio 8 años de felicidad y que se rompió el tuje, cruzando el país de punta a punta para darnos a todos satisfacción a nuestras demandas. Luego de ello, la Argentina pudo ser un poco más equilibrada, un poco de todos. Un tiempo de felicidad inexplicable, que se mostró magnificente en ocasión de los festejos del Bicentenario en 2010”. Y por ratos tiene razón, “cuando algunos funcionarios todavía tienen ‘miedo’ de aplicar medidas que favorezcan a las mayorías y que el ‘mentado diálogo’ es a veces contraproducente contra las medidas que se pretenden aplicar”. Pero a ella, también influida por la modernidad, la enojó que el Presidente no saliera por las redes a solidarizarse luego de los graves atentados a las oficinas del Senado, donde la Vicepresidenta tiene su despacho. A pesar que desde Presidencia salieran a explicar que “se le había llamado para decirle que el Presidente estaba a su disposición, pero que se hizo por teléfono”. Cristina también es humana y tiene derecho a enojarse, pero no es poco inteligente ni tiene poca sensibilidad. Porque según cuenta el periodista cordobés Martín Peiretti, ella estuvo el viernes en el Instituto Patria y se mostró afable y conciliadora.

Tanto que Peiretti expresó en Twitter: “Martín Peiretti.@MartnPeiretti1. Cristina Kirchner estuvo presente con mensajes hacia la militancia el día viernes en el Instituto Patria, reconoció tener diferencias políticas con Alberto, pero remarcó que no piensa romper el Frente de Todos, pidió ‘no pegarle más a Alberto’ y no exponer internas”.

Paremos la pelota un rato todos, que lo que está en juego es el futuro de la mayoría. No es poca cosa, que Wall Street y la elite internacional tuvieran que pedirle reuniones de “conciliación al presidente Nicolás Maduro”. Es para un análisis muy profundo