CABEZAS DE TERMO: preguntan a uno de los asistentes del show de Milei, de cómo estaba antes: “Yo antes trabajaba 8 horas, ahora trabajo 15. Pero vengo porque escuché a mi hijo (tiene 7 años)”

Imagen tomada en protesta anterior de libertarios. (Foto: C5N).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Seba Schwarcz). Estuve siguiendo la transmisión de varios canales de noticias sobre el “acontecimiento” del año: “EL SHOW DE DESPEDIDA DE MOTOSIERRA MILEI EN EL LUNA PARK” (dicen que pronto se va a España, donde piensa radicarse si el presidente Pedro Sánchez le da la visa radicatoria). Pero como viene la situación en las calles del país: no hay dudas que “el elefante en el bazar” no tendrá otra opción que huir, porque el desastre que está causando hacia dentro “del negocio de Elasztain, Netanyahu y amigos (que es la Argentina) es de una magnitud tal, que ni diez Elon Musk, Paul Singer y Wall Street juntos podrán rescatarla”. Una calle de cualquier ciudad de la Franja de Gaza parecerá un jardín florido a la par de cómo quedará la Argentina una vez que huya, como ratas por el tirante, gentuza del estilo de Espert, Adorni, Santilli, Llaryora, Bullrich, Villarruel, Lemoine, Mondino, Ritondo, Zuvic, Sturzenegger, Caputo, Jaldo, Cornejo, Sadir, los Conancitos de La Nación + (Majul, Rossi, Trebucq, Leuco, Santillán, etc.) y la barrabrava de TN, todos cómplices del Mamarracho.

Pero lo que me preocupó sobremanera –bueno no tanto, ya lo intuía— es que quienes votaron a Mamarracho “tienen menos neuronas que un geniol”, porque fueron arrastrados por las mentiras propaladas mediante intensa campaña marketinera en los medios de que “hay que terminar con la casta política”. Y anoche en medio de la fanfarria, globos y papelitos, Mamarracho solo se dijo que “ahora soy político”. Tal situación roza lo ridículo, pero allí están los videos de C5N, cuando en medio de la transmisión, Lautaro Maislín entrevistó a uno y le preguntó de cómo veía la situación del país: “La veo mal, pero hay que seguir metiéndole para adelante. Yo antes trabajaba 8 horas, pero ahora trabajo 15, porque no me alcanza. (Aclara antes) Yo no lo voté a Milei, pero vengo por mi hijo; hay que saber escuchar a los hijos…”. Cuando Maislín le pregunta cuantos años tiene el pibe, el entrevistado responde: “Mi hijo tiene siete años…”. Bajada de telón con vergüenza y muy rápidamente.

Y así una cadena de entrevistados que respondían con chicanas, pero que no tienen real certeza de lo que les pasa con sus vidas. Muy lamentable.