PARÍS, Francia (Especial para EL SOL ABC). Con más de cuatro horas de un juego por momentos brillante y por otros con poco para destacar, el tenista español Carlos Alcaraz alcanza su segundo torneo de Grand Slam, al vencer al alemán Alexander Zverev tres sets a dos (6-3, 2-6, 5-7, 6-1 y 6-2).
Alcaraz, con algunos altibajos físicos había alcanzado el año pasado, con triunfos sobre los grandes del tenis mundial, un lugar de admiración en el tenis, tras demostraciones de su talento que hace mucho no se veía en el tenis, pero problemas en un codo (que todavía no se cura) lo alejaron de los primeros lugares. Pero esta vez volvió con más ahínco y así comenzó a remontar lo del año pasado.
El diario deportivo español Marca señaló sobre el partido de ayer: “Impone al juego una intensidad superior… La intensidad de su tenis es increíble, con respecto a otros rivales. Estoy convencido de que puede mantenerla hasta el quinto set. Yo en ese momento ya no le pegaba tan fuerte. Tengo que ver qué puedo hacer para llegar al mismo nivel que él”, reconoció Zverev en palabras que reproduce la agencia EFE.
La polémica
El tenista alemán se mostró crítico con una decisión del juez de silla Renaud Lichtenstein en el quinto set que le hubiese supuesto tener bola para hacer un ‘break’ para ponerse 2-2 (acabó perdiendo 6-2).
Lichtenstein cantó buena una pelota de Alcaraz en un segundo saque que las imágenes de televisión demostraron que era fuera por dos milímetros.
El juez de silla le hizo repetir el segundo saque a Alcaraz ante la incredulidad del tenista alemán.
Luego del partido, en la conferencia, Alexander Zverev dijo: “Los árbitros cometen errores… pero en una situación así deseas que no haya errores”.
En la rueda de prensa Alexander Zverev no se olvidó de la jugada polémica que, según él, fue decisiva para el desenlace final del partido: “En el quinto set hubo momentos en los que tuve mala suerte. He escuchado que la bola del 2-1 era fuera, que su segundo saque se había ido según el ojo de halcón. Lo he visto. Si llego a romper ahí, el quinto set podría haber acabado de otra manera”.
“Hay una diferencia si estás 3-1 abajo en el quinto set o si empatadas 2-2. Es una diferencia definitoria. Y al final es frustrante, pero es lo que es. Los árbitros cometen errores, son también humanos y ya está. Pero por supuesto que en una situación así deseas que no haya errores”, reflexionó.
Fuente: Diario Marca