Los que dijeron que “iban a salvar a Bolivia, Camacho, Mesa, Quiroga”, ahora con el coronavirus desaparecieron

Estos son los cipayos golpistas, que ahora no aparecen ni por casualidad. El coronavirus se los tragó. (Foto: Nodal).

LA PAZ, Bolivia (Especial para EL SOL ABC-Por Negri Antelo). ¿Seguirán siendo candidatos Fernando Camacho, Carlos Mesa o el Tuto Quiroga? Porque nadie los ve trabajando en brigadas de salvatajes u organizando equipos de salud para salir a luchar contra la pandemia del Covid-19. Se los tragó la tierra, dicen muchos.

A decir verdad estos líderes de pacotilla, nunca fueron líderes de nada. Fueron impuestos por algunos sectores y la Embajada de EE.UU. que ahora gobierna con el virtual presidente en ejercicio Érick Foronda Prieto, el niño pobre que se le hizo realidad el sueño de ser “presidente” por “ser alcahuete a sueldo de los norteamericanos”.

El lector recordará seguramente que tanto Camacho, Mesa, o el Tuto Quiroga agarraban el micrófono en cuanta tribuna política había, para “arengar a sus partidarios para decirles que ahora en Bolivia se viene el cambio de gobierno, y ahora somos nosotros los que encabezaremos ese nuevo vivir, para salir de este asfixiante socialismo, que ‘solo le traído pobreza al país’; y acá están nuestros pechos para golpear con valentía, porque nosotros somos los líderes”. Cada uno en singular según su mensaje.

Pero ahora, lejos están esos “líderes de barricada” que el coronavirus los ha corrido bajo de sus camas. Alguna aparición por su canal PAT, a Mesa es al único que se ve, pero los demás juegan al misterio más profundo de estos políticos de segunda categoría, que no están capacitados para hacerse cargo de las responsabilidades de un país. Y más si se quiere seguir la huella trazada por el ex presidente Evo Morales Ayma.

Los cantos de sirena se han acabado y el poco basamento político de los nombrados ha quedado en evidencia, cuando Bolivia sufre una crisis económica muy fuerte producto de los fuertes desajustes y gastos sin control del nuevo régimen político. Con  esto del coronavirus no saben para dónde correr las actuales autoridades.