EL REGRESO DEL EMPLEADO DE LA EMBAJADA: el debate de Espert y Feinmann, dos cabezas limadas

En el fondo, estos dos sujetos son parte de la misma estrategia. Es para darle un tinte de seriedad a las cosas que dice Espert del Gobierno. (Foto: Perfil).

Video del “debate y cruce” entre Espert y Feinmann. (Twitter).

 

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Seba Schwarcz). La aparición del “economista” Espert en la televisión no es algo puesto al azar por los medios o por los agentes, que juegan tras bastidores, de la Embajada de EE.UU. en Buenos Aires.

Todos ven a Edward Prado con carita de bonachón y simpático, pero el vetusto funcionario es un repulsivo agente que vino para cambiar las cosas para siempre, sólo que el “muñeco títere se les escapó de la manos, porque de tan ladrón e inútil, les salió por dónde menos lo esperaban, que era hacer un gobierno regular, ‘que más o menos contentara a todos’ y así seguir manejando el poder por muchos años”. Hoy Prado, que tiene permanentes encuentros con Héctor Magnetto o con algunos de sus voceros, dio la orden que “otra vez se posicione la imagen de Espert y para disimular lo mandan a pelear con el Pirincho II, de menos categoría, pero igual de nefasto por su pensamiento ultra fascista, que es Feinmann”. Una pelea “pour le galerie”.

Y la salida de Espert a la cancha, a quien ven con más luces que el loco Milei, es para “corroer y limar al Gobierno de Fernández-Fernández, que cada día se posiciona mejor a pesar de la pandemia”. Es ese es el sentido y mandato que tiene don Prado, desde la oficina central de Mike Pompeo.

Lo que no sabe Pompeo, es que la “escalera que lo llevó al poder cada día pierde más escalones o travesaños, lo que hace que sus piernitas de sostén cada día sean más delgaditas”.

Así que si lo ve a Espert en la TV, al igual que la Canosa que de ridículo en ridículo va y ya todos la toman para la chacota, como a la Mercedes Ninci.

Entonces, si usted creyó en la pelea de Feinmann-Espert, que se “dijeron de todo, hasta de fachos, que es como que dos serpientes se tiren veneno en el rostro, porque de morderse no lo pueden hacer porque temen morir las dos”.