Caputo le reclama al Estado nacional una deuda de 215 millones de pesos por lo que suspendió una obra clave para el desarrollo nuclear argentino.
En el comunicado también afirman que “el panorama a futuro sigue cubierto por la incertidumbre” y que “el recorte presupuestario es enorme y el riesgo de privatización de las instalaciones asociadas es inminente”.
El RA-10, cuya construcción ahora fue suspendida, tiene por objetivo “asegurar el autoabastecimiento de radioisótopos de uso médico, contando con capacidad para atender buena parte de la demanda de América Latina; consolidar las capacidades para desarrollos tecnológicos de punta en la industria nuclear y convencional; y abrir un nuevo horizonte de investigaciones en ciencias básicas y aplicaciones basadas en el uso de técnicas neutrónicas avanzadas”.
Los trabajadores exigieron en su comunicado la reincorporación de todos los cesanteados, consignó este jueves Página/12 así como también “la cancelación de la deuda y la continuidad inmediata de la obra”, y se manifestaron en contra de “la privatización de la futura producción del RA-10, por una producción pública de radiofármacos al servicio de nuestro pueblo”.