Susana Giménez transita hacia su total decadencia; sus dichos lo demuestran

Este es el Mercedez Benz de Susana Giménez, que en 1993 fue hallado en un gallinero en una chacra de la mediática en la provincia de Buenos Aires. (Foto: Revista Gente).

BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). La Su como la conoce la farándula volvió a chocar, no el auto, sino su consideración en la sociedad que la encumbró. Sus últimas declaraciones demuestran que está transitando su decadencia mental, que es más atroz que la física.

No se dio ni un segundo para razonar, porque todo lo mide desde el factor dinero y por ello no se da cuenta que se clava la daga más filosa, que es el de la honestidad, tanto intelectual como la virtuosa, cuando quiere “enseñar” lo que ella nunca aprendió: a ser compasiva con el que no tiene o está en proceso de cambio por una economía neoliberal que lo dejó al margen de todo.

Ella misma, que según contó “comía sólo arroz porque no tenía para comer”, se ha convertido en ese ser egoísta, que piensa que todo lo material que logró “se va a llevar junto su alma desquiciada en el lujoso cajón que seguro le comprara su ahora poderosa familia”.

Así en esta caída fenomenal, Giménez no hace más que despreciar “a los pueblos del interior que la hicieron rica llamando como tontos a sus programas de juegos y premios”, de los que hoy reniega diciendo: “Que se vayan al campo a vivir”, o el también desafortunado: “Por ejemplo, los del Norte, que les enseñen a cultivar el suelo o que pongan gallineros”. Justamente ella que es experta en gallineros, ya que en la década de los 90 fue allanada por la AFIP en una chacra de su pertenencia en la provincia de Buenos Aires, donde escondía un Mercedes Benz justamente en un gallinero, para evadir el pago de impuestos para vehículos que tenían régimen especial de importación para discapacitados sin el pago de impuestos.

Lo que publicaron las revistas chimenteras del momento

Luego del famoso affaire con el auto Mercedes Benz, las revistas chimenteras comenzaron a cronicar las permanentes visitas de Susana Giménez y otras modelos y actrices a la Residencia de Olivos, cuando el presidente era Carlos Menem. Sugerían que las visitas no eran “gratuitas”, sino que les “servían a muchas para mejorar su situación impositiva ante el fisco”.

Lo importante del medio es que muchas personalidades, tanto del ambiente artístico como periodístico y político salieron a criticar a Susana Giménez, donde ve que en vez de plantearse como solidaria con los que sufren por las políticas aplicadas en los últimos 4 años por su amigo Macri, sale a decir cualquier pavada que la muestra como una gorila total sin ningún sentimiento y la deja expuesta como un ser súper egoísta.