SIN CONVICCIÓN: un Mundial no es un campeonato de barrios, por eso se perdió con Arabia Saudita

¿QUÉ PODÍA SALIR MAL? Macri presenciando el partido que la Selección Nacional perdió ante Arabia Saudita. (Foto: Twitter).

QATAR (Especial para EL SOL ABC-Por W. Panzeri). El menos cuco, el menos publicitado, dio el golpe, porque fue de menor a más y con fortaleza anímica pudo doblegar el permanente retroceso de la Selección, que no contó con el Messi encendido de otras veces, tampoco Di María, ni Rodrigo de Paul, piezas esenciales en la dinámica de juego del equipo de Lionel Scaloni.

Tampoco les prendió a los seleccionados salir a jugar convencidos que había que ganar desde el minuto uno, porque lo que se juega ahora es un Campeonato Mundial y no un mero campeonato de barrio o de un inter-countries. Hay una cincuentena de factores a la hora de un torneo de este nivel, donde priman más que los antecedentes tus ganas de jugar y de sobreponerte a tus mismos errores. O sea, como lo demostró el seleccionado árabe, 90 % de sudor y 10 % de técnica y táctica, con la idea fija de defender los honores de los países de Medio Oriente.

Mientras que el ‘jueguito’ intrascendente de volver la pelota atrás y volver de nuevo, permitió a los árabes armarse y tener mayor posibilidad de bloquear el juego argentino. Es hora que quien entré tenga metido el arco entre sus cejas y se deje de lado las especulaciones. Quizás tanto periodista deportivo argentino en Qatar le hizo mal al juego del Seleccionado, que antes de tiempo ya lo daban como seguro ganador, sin ponerse a pensar que los rivales también son 11 hombres llenos de pundonor e inteligencia.

No todo está perdido, más bien es un gran aliciente para que los jugadores se convenzan que deben salir a jugar de otra manera contra Polonia, sin especular nada: simplemente a jugar como ellos saben.