BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Muchos nos preguntamos “¡qué será de la vida de Marcos Peña!”, otro ululante defensor de Mauricio Macri y de todas las tropelías y corrupción desatadas en contra de los argentinos. Venía a ser el alter ego del “ingeniero” Macri en la Casa Rosada en los años de dispendio y “endeudamiento a cien años”. “Lo mejor y lo más novedoso que se hizo en ‘beneficio’ de la Argentina”, repetía una y otra vez “el ceo número uno del gabinete ministerial de Macri”, mientras éste jugaba un partido de golf en uno de los clubes más importantes de Buenos Aires.
El actual ministro de Medio Ambiente de la Nación, Juan Cabandié, lo recordó en su cuenta de Twitter: “@juancabandie. ¿Se acuerdan de Marquitos Peña? Fue co-responsable de la deuda con el FMI, del espionaje a opositores, del armado de la mesa judicial, del armado de causas a opositores; además de ser el CEO del año 2017. Lo raro es que la Justicia aún no lo citó”.
El año pasado, según distintos medios nacionales, “el capitán de la derrota” del macrismo y del PRO, tuvo repercusión en los primeros meses del año, donde viajó junto a su familia al Uruguay y luego a Entre Ríos, donde fue recibido por un intendente de Juntos por el Cambio, Gustavo Hein. Pero con la aparición de la pandemia, miles de versiones se tejieron sobre el “ceo del año 2017”, cetro inventado por la revista norteamericana Forbes “para los amigos y defensores del neoliberalismo, muy en común con sus intereses en el mundo”, y de a poco su “luz” se fue apagando. Es que los principales errores de gestión de Macri surgieron de su “cabecita loca”, donde se olvidó de la política y trató de aplicar “teorías macroeconómicas de las grandes corporaciones y de lo que ordena Wall Street, para vivir dentro de un mundo de especuladores financieros”. Se olvidó de las pymes, de los trabajadores, de los bienes que produce el país. En sí, se olvidó de la gente.
Desde diversas fuentes se dice que vive entre una casa familiar de Pilar y un departamento en Capital, y que su nexo con la política es su amigo Fernando de Andreis, quien es el que maneja la oficina de trabajo de Mauricio Macri en Vicente López.
Fueron tantos los errores cometidos que todos saben que si no vuelve Macri a la gestión es muy difícil que Peña vuelva a la política. Para ello está aplicando el “plan B” a su proyecto de vida, ya que “montó una empresa de consultoría política, que en estos momentos está trabajando con Bettina Romero, a cargo de la intendencia de Salta, y con la Gobernación de Mendoza, a cargo del macrista Rodolfo Suárez”.
Sobre sus causas en la Justicia, desde la Embajada de EE.UU. dieron la orden de “no tocarlo”.
