BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). El debate en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires dejó claramente una persona que está sumamente preparada para gobernar al país en los próximos cuatro años. Y eso es lo que dejan los dos debates realizados por el Colegio Electoral Nacional y si de un claro ganador hay que hablar, esa persona es el actual ministro de Economía de la Nación: Sergio Tomás Massa.
Para desgranar este posicionamiento, es que vamos a analizar la actuación de cada uno de los expositores y que, a lo largo de los mismos, dejó entrever la personalidad de los candidatos presidenciales como la sinceridad de cada una de sus ponencias.
Las mismas son las siguientes:
PATRICIA BULLRICH: en los dos debates mostró mucha inseguridad. En el primero dejó que Milei se diera el lujo de darle una ‘segunda oportunidad’ cuando le preguntó “sobre qué haría con las Leliqs del Banco Central”. Más bien se enojó cuando le respondió: “A mí nadie me va a decir qué es lo que tengo que decir o hacer”. A la hora de expresarse no tiene una correlatividad expresiva con una dinámica conceptual e intelectual propia. Todo lo que dice está guionado y por eso tuvo que bajar la vista para leer los ‘machetes’ escritos por su equipo de asesores. Desde su equipo existe y hay un mal enfoque sobre lo que quiere la gente, que era una mediana explicación de los principales ejes de su posible gobierno. En los dos debates mostró imprecisiones y datos incorrectos, por lo que fue refutada y puesta en evidencia. Ella está creída que su virulento ataque contra el Kirchnerismo la va a poner en la presidencia. Eso le dio resultado a Durán Barba en 2015, cuando Macri no había llegado al gobierno del que Bullrich fue parte indubitable. Pero ese posicionamiento es muy endeble, ya que en cuatro años demostraron más desaciertos que aciertos con un endeudamiento atroz para la economía nacional, que condiciona notablemente el manejo de la inflación por parte de cualquier gobierno, además de la aberrante y aterrante Mesa Judicial armada por Pepín Rodríguez Simón, hoy huido de la Justicia en Uruguay, para perseguir al gremialismo y al Peronismo. Lo más trascendental del debate de anoche es que cuando Bullrich, con una chicana más, atacó al Kirchnerismo con “la gente tiene miedo porque los presos andan sueltos —cuando se sabe que la libertad la otorgan los jueces, pareciera que no sabe de la división de poderes— y el kirchnerismo, los suelta como si nada”. A lo que recibió la contundente respuesta de Massa: “Los datos la desmienten: en 2019 se liberaron 16 mil presos; y en 2020 se liberaron 9 mil. Entonces, quien debe explicar la liberación de presos es la ministra de Seguridad de ese entonces” (Chan!). Y lo mismo ocurrió cuando se quiso hacer la ‘picante’ con respecto a la intriga armada con el ‘caso Insaurralde’ y el actual ministro le dijo muy claramente: “Yo le pedí la renuncia al cargo y a la candidatura. No todos somos lo mismo Patricia. Vos nunca pediste la renuncia de Milman” (otro Chan!). Pero además tanto Milei como Bregman le hicieron recuerdo, sobre lo que manifestó que va a “gobernar con DNUs”. A lo que el novio de Fátima Florez, le dijo: “¿Qué piensa gobernar como la Dictadura?”. A lo que agregó la representante del Frente de Izquierda: “Usted todavía no dijo qué es lo que pasó con Santiago Maldonado con Rafael Nahuel”.
BREGMAN: aunque tuvo un afiatado desempeño. Tuvo una equilibrada exposición, en cuanto a lo que es la plataforma electoral del Frente de Izquierda, que son sólo buenas intenciones y sólo ve la Presidencia con un solo rabillo para ver la realidad del país: sólo defiende los intereses de los trabajadores, pero no describió al resto de la sociedad, donde están los desocupados, los emprendedores pequeños, las pymes, los profesionales, los medianos, pequeños y grandes empresarios. No dijo una palabra de lo que haría con el BCRA, su administración y alguna idea de nuevo formato o conformación. En sí desde la izquierda se tiene una visión muy sesgada de la realidad, porque nunca fueron gobierno y las veces que tuvieron esa oportunidad (en Salta y en Jujuy), desecharon esa posibilidad porque no están preparados, sino para ejercer una oposición en el Congreso de la Nación, convirtiéndolo en un partido parlamentario con escasa decisión de ejercer el poder.
MASSA: tiene la ventaja de estar ejerciendo el poder. Sus propuestas fueron muy claras y supo responder acertadamente cada una de las chicanas, preparadas por los opositores. Y dentro de esas ventajas están las muy buenas medidas como la devolución del IVA y la eliminación del Impuesto a las Ganancias del sueldo de todos los trabajadores, como asimismo hablo de la “implementación de una moneda digital para bajar los costos de emisión de la moneda de papel para evitar su intermediación por parte de los bancos, bajar la especulación y bajar las expectativas de inflación sobre la moneda”. También con la adhesión a los BRICS y el fortalecimiento de los acuerdos con China por la “Ruta de la Seda”, amén de trabajar en la construcción de la segunda etapa del Gasoducto Néstor Kirchner, para exportar gas a Brasil y Paraguay en una primera etapa, el país se encamina a una de las mejores épocas de bonanza como nunca tuvo la Argentina. Y eso es lo que debe elegir el votante, el que quiere a la Argentina por supuesto.
MILEI: Bregman lo desenmascaró contundentemente, cuando dijo: “Parecen palabras bonitas cuando habla de ‘ordenar y sanear’ los acuerdos entre trabajadores y empresarios, cuando en realidad está diciendo que ‘fuera aguinaldo, fuera indemnización por despido, fuera paritarias, fuera todo derecho para los trabajadores’ “. Quiso chicanearla, pero perdió con Bregman. Lo mismo puso en evidencia Massa, cuando le dijo: “Milei nosotros le damos más derechos a los trabajadores, pero ustedes se lo piensan quitar. Eso dígale a la gente”. Luego se perdió en leer lo guionado por sus asesores, lo mismo que Bullrich. Le falta mucho para ser un verdadero candidato presidencial. No tiene discurso propio.
SCHIARETTI: un hombre al servicio de dos grandes grupos corporativos extranjeros como Cargill y Monsanto, pero además guionado para sólo atacar al Kirchnerismo, del que se sirvió cuando los vientos eran favorables. Lo que no dice el cordobés que, además de defender a las corporaciones extranjeras, defiende sus propios intereses comerciales, ya que luego de ponerse al servicio de Franco Macri en Brasil –por su lealtad a éste- pudo llegar a la gobernación de Córdoba junto a De la Sota y formar un tándem perfecto para comandar al “peronismo cordobés”. Allí pudo hacer grandes negociados, lo que le permite hoy ser un gran terrateniente y además empresario inmobiliario. Nunca habla del endeudamiento de Macri con el FMI, que es el gran provocador de la alta inflación provocada por AmCham y los especuladores de turno.
Ese es el panorama desde nuestra óptica.
