SAO PAULO, Brasil (Especial-UOL-Por Kennedy Alencar *). El ex juez Sergio Moro sufrió ayer martes su mayor derrota en el Supremo Tribunal Federal con la decisión del Segundo Panel de permitir el intercambio de mensajes de Operación Spoofing con la defensa del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Con una puntuación de 4 a 1, el Segundo Panel de la Corte Suprema decidió convalidar la decisión del ministro Ricardo Lewandowski que permite el acceso de la defensa de Lula a conversaciones de miembros de Lava Jato en la aplicación Telegram.
Los ministros Gilmar Mendes, Kassio Nunes Marques y Cármen Lúcia apoyaron al relator Lewandowski. Mitad de la pared, algo avergonzada, Cármen Lúcia empezó a saltar del barco Lava Jato. Sólo Edson Fachin, ponente de Lava Jato en el STF, votó en contra, lo que ya se esperaba. A las 5:50 pm Gilmar Mendes leyó su voto, que había anunciado a favor de compartir, y reprendió al Ministerio Público.
En septiembre de 2019, el STF impuso la derrota a Moro cuando decidió que los denunciantes podían presentar sus acusaciones finales después de las de éstos. Fue una decisión que repercutió en los juicios de Lava Jato, anulando los actos del entonces juez.
En marzo de 2016, cuando Moro liberó ilegalmente el tema principal de una conversación entre la entonces presidenta Dilma Rousseff y Lula, hubo una reprimenda por parte de Teori Zavascki, en ese momento ministra del STF. Pero Moro nunca respondió por su abuso de poder. El corporativismo del CNJ (Consejo Nacional de Justicia) lo protegió hasta el momento en que aceptó una invitación para ser ministro de Justicia del gobierno de Bolsonaro.
La derrota de Moro en la Corte Suprema de este martes es la mayor de la del ex juez Moro, porque puede afectar directamente sus decisiones contra Lula, su mayor objetivo, y expone a la opinión pública el método ilegal de actuación del entonces magistrado y fiscales del grupo de trabajo Lava Jato. Compartir información de la Operación Spoofing con la defensa de Lula allana el camino para que Lula intente anular las condenas de las demandas por el departamento de Guarujá y el sitio de Atibaia.
Moro fue el autor de la condena en el proceso de apartamiento. En el caso del sitio, la sentencia la dictó la jueza Gabriela Hardt, quien copió extractos de la sentencia del entonces magistrado sobre el apartamiento. En el caso del sitio, Moro realizó casi todos los actos procesales. El juez E. Then también aceptó una tercera denuncia contra Lula que también puede ser revisada. En este último, la acusación es que Odebrecht habría comprado terrenos para la sede del Instituto Lula. Las conversaciones de los fiscales de Lava Jato pueden generar un eventual efecto dominó para señalar nulidades en procesos de Lava Jato que habrían tenido incorporados datos internacionales fuera de la disposición legal de cooperación a través del Ministerio de Justicia y la diplomacia.
Hubo corrupción en los procedimientos
En resumen, hay un gran efecto en Moro y Lava Jato. Los mensajes muestran que ha habido corrupción en el derecho procesal penal. Moro y los fiscales han combinado una estrategia de investigación para llegar a sentencias contra los acusados, lo cual es ilegal.
En el estado de derecho democrático, culpable o inocente, todo acusado merece un juicio imparcial. El Segundo Panel de la Corte Suprema juzgará luego de la solicitud de sospecha de Carnival Moro en relación a los actos procesales adoptados en los casos de Lula. La decisión de ayer martes fortalece la posibilidad de que el Segundo Panel decida sobre la sospecha y permita que Lula anule las condenas y recupere las condiciones legales para postularse para presidente en 2022.
Según los criterios que utilizó como juez, Moro tendría mucho de qué preocuparse desde el punto de vista criminal con la difusión de los mensajes de Operation Spoofing. Vaza Jato, una serie de reportajes del archivo de “La Intercepción Brasil”, ya había debilitado a Moro y expuesto su complot con el Ministerio Público. Los nuevos lotes de mensajes publicados recientemente por Lewandowski evidenciaron la corrupción del proceso judicial en Lava Jato. Moro y los fiscales, especialmente Deltan Dallagnol, combinaron tiempos y movimientos. Esto es ilegal. En el momento de Vaza Jato, Moro intentó destruir el expediente obtenido por la Policía Federal en la Operación Spoofing. En 2019, el entonces presidente del STJ (Superior … Tribunal de Justicia), João Otávio Noronha, confirmó que escuchó de Moro la sugerencia al respecto. Sin embargo, la destrucción de pruebas es uno de los requisitos para determinar la prisión preventiva. Hoy es evidente que el entonces ministro de Justicia tenía allí sus razones.
(*) Es columnista especializado de UOL Brasil.
