A UN PASO DE LA GUERRA CIVIL: una derecha instigada por EE.UU. quiere hacer ver al mundo que “un indígena” no puede gobernar a Perú; transportistas y comerciantes son instigados por la CIA

El mismo pueblo que ungió a Pedro Castillo en Perú es el que debe salir a defenderlo, porque el plan de EE.UU. puede hacerse realidad. (Foto: EFE).

LIMA, Perú (Especial para EL SOL ABC-Por Sol Espinoza Quispe). Las voces de los indígenas peruanos son acalladas y hasta está siendo perseguidas en las más grandes ciudades del país. Un ejemplo palpable, es lo que se refiere al comercio callejero, ya que en el país hay más de 3 millones de puestos de ventas, donde el común de la población vende desde comida, pan, huevos y muchos otros productos alimenticios. Bueno, a toda esta gente los grandes productores no les quieren vender para que repongan mercadería, con el siguiente mensaje: “No hay en sotck”.

Lo mismo sucede con el transporte automotor, que, con la excusa de la guerra en Ucrania, las gasolineras han comenzado a aumentar en forma desconsiderable para la economía nacional los precios de los carburantes. Y, por ende, el más afectado es el transporte de media y larga distancia, que han salido a bloquear los caminos y han entrado en huelga, provocando desabastecimiento en gran parte del país. El mismo método que la CIA aplicó en 1973 en ocasión del golpe de Estado, contra el presidente Salvador Allende, en la vecina República de Chile.

La gente que no sabe y repite como un loro “Castillo debe renunciar” no se da cuenta o no sabe que ésta es “una guerra de zapa” instalada por los cuarteles de la CIA en las principales ciudades del país. Y por supuesto, los feriantes son los que más reclaman ante la suba exorbitante de sus productos. Esto, además, está provocando una parálisis en el comercio, que es el caldo ideal para que todos protesten.

 

El intento vano de Castillo

Quizás la falta de madurez política, que sí la tuvo Evo Morales en Bolivia. Que supo esperar y estuvo en la lucha más de 25 años, donde pudo graduar y conformar un espacio político fuerte, para recién lanzarse a la presidencia de Bolivia, le permitió tener las espaldas políticas muy bien cubiertas y por eso estuvo casi 13 años en el poder. Eso es lo que le falta al presidente Pedro Castillo.

Por ello muchos creen que la defensa de su Gobierno debe nacer en el mismo pueblo pobre, en los marginados de siempre, en los mismos comerciantes y en los mismos transportistas que, engañados, están llevando a un callejón sin salida para todos: porque está Perú a un paso de la guerra civil, donde una gran masa de campesinos e indígenas saldrá a pelear y defender a Pedro Castillo en las calles y caminos como rutas del país.

Ni a la derecha ni a los pobres, dado el contexto internacional por las guerras inducidas por EE.UU. en el mundo, les conviene una “guerra civil”. Se pararía por mucho tiempo el país, con las heridas y odios subyacentes, que sería de nunca acabar y para que aparezcan los grupos armados de izquierda como Sendero Luminoso en el pasado. Por ello, mucho cuidado.