BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Ayer el programa Confrontados de Canal 9 salió a dar la noticia que “radio Rivadavia se está convirtiendo en el último refugio del gorilaje comunicacional de la Ciudad Autónoma, conocida también como Capital Federal”. Ello surge de la noticia sobre el corrimiento de su horario habitual de Fernando Niembro, la Oral Deportiva que va de 12 a 14 horas y que en su lugar sumarían al Baby Etchecopar, que fue “corrido de radio 10, por baja audiencia”.
Según Augusto Tartúfoli, integrante del panel de Confrontados, más conocido en el ambiente como “Tartu” dijo que “habría que indagar sobre por qué muy ‘casualmente’ Feinmann, González Oro y Baby Etchecopar han hecho un juego de pinzas sobre Fernando Niembro. Este equipo tiene mucha ligazón porque fueron en algún tiempo los artífices del éxito de radio 10, en tiempos de Daniel Hadad”.
Radio Rivadavia, a cargo de Marcelo Fégoli, que también es propietario de otros medios como la radio Rock and Pop, es presidente del grupo Fénix, y está en la posibilidad de darle otro rumbo a la alicaída radio Rivadavia, que en tiempos del Gordo Muñoz fue una de las primeras del espectro radial argentino. Para ello, está concentrando a todo el “equipo defensor del macrismo en estos últimos 4 años recientes”.
Marina Calabró, otra gorilita reciclada, salió a decir que “Nelson Castro también habría arreglado para hacerse con la mañana de Rivadavia a partir de las 6 de la mañana”.
Del odiador Etchecopar, que está en un tire y afloje con las autoridades de radio 10, se sabe que “Roberto Navarro —el que le pegó una tunda en los pasillos de radio 10— le habría dado ‘trabajo’ como columnista de su programa de 10 a 13 en radio El Destape, mediante un imitador que es uno de los grandes hallazgos de la radiofonía porteña”, dijeron varios periodistas del mundo de los medios.
Así entre peleas de gorilas, que uno quiere ser más gorila que el otro. O donde Fernando Niembro se cree un gorila clase A, es que radio Rivadavia es un caldero a punto de explotar. Mientras el país, va por otra dirección toda este gente se sigue mirando el ombligo.
