SIN SORPRESAS EN CHETOSLOVAQUIA NI EN TUCUMÁN: Jaldo arrasó en el Jardín, Poggi destronó a Saá, mientras Cornejo sigue oscureciendo Mendoza y en Corrientes, el macrismo todavía pesa

La soja y el glifosato, más el olor rancio a sentirse distintos, lleva a que no haya sorpresas en Chetoslovaquia del centro. (Foto: Archivo).

BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Américo Mendoza). Como lo habíamos anticipado en el mes de abril, Osvaldo Jaldo ganó cómodamente en la provincia de Tucumán, donde la gestión de Juan Manzur como jefe de Gabinete ayudó a fortalecer a esta provincia clave en el andamiaje peronista nacional, con obras y muchas inversiones, además de haber reforzado la seguridad y darle una lucha frontal contra el narcotráfico. El escrutinio le daba a la fórmula Jaldo-Acevedo arriba del 56 %, mientras que Juntos por el Cambio muy lejos.

Jaldo, Manzur y De Pedro salieron triunfantes en Tucumán. Con los votos sacados por el Peronismo en Chetoslovaquia hay esperanzas para las nacionales. (Foto: Prensa GdT).

En San Luis, fue el único lugar que Juntos por el Cambio hizo pie, con Claudio Poggi, ex edecán de Alberto Rodríguez Saá, que se unió al hermano de éste, Adolfo y otros 13 partidos más chicos, para hacer un frente y con él ganar la gobernación luego de 40 años de reiterados triunfos del Peronismo. Pero sin una ventaja extrema.

Entonces, lo de San Luis no es ninguna sorpresa, ya que los 40 años de Peronismo ameritaban un cambio que ya se venía venir en las elecciones de 2019, cuando Alberto Rodríguez Saá no sacó los votos que pensaba, pero que igual le fueron suficientes para reelegirse. Quizás la desaparición de la menor Guadalupe Lucero, un 14 de junio de 2021, mientras jugaba con sus primitos en la vereda de su casa también primó en esta elección. Mucha gente culpó a la Policía de San Luis por haber hecho malos operativos de rastrillajes, que hicieron perder las huellas de la nena desparecida hasta el día de hoy.

 

En Mendoza

De esta provincia no se puede decir mucho, ya que sólo se eligieron a los candidatos de cada partido, porque lo que se jugó en esta provincia fueron las PASO, que por Juntos por el Cambio salió electo Alfredo Cornejo, mientras que Omar de Marchi iba como único candidato por Unión Mendoza, una escisión del macrismo, que sacó 21 puntos, a 7 puntos del ex gobernador.

De esta forma el radicalismo sigue teniendo mucha fuerza en la provincia, donde los grandes productores viñateros y los intendentes juegan al radicalismo, sin importarles la corrupción del gobierno central mendocino, como fue el caso que se le encontró in fraganti al gobernador Rodolfo Juárez desviando fondos de la Nación, que le envía para obras en la Provincia, a cuentas de bancos norteamericanos. Eso todavía la sociedad mendocina no le pidió cuentas.

Aunque Bullrich fue a festejar, sus caras no denotaban el triunfo total, porque el desgaste hasta las generales de septiembre va a ser grande y quizás, tanto Cornejo como Juárez se estén despidiendo de la gobernación y de pronto todos se pongan por detrás de De Marchi, hasta los peronistas, y se les arrebate el triunfo que tienen cantado.

 

Mientras en Corrientes

El tuit del gobernador correntino que apoya a Larreta en las PASO. (Foto: Twitter).

En Corrientes no hubo sorpresas, ya que las mismas eran elecciones legislativas. De acuerdo a los datos sondeados por este medio, el oficialismo ligado a Horacio Rodríguez Larreta, sacó cerca del 65 % de los votos y el Peronismo hizo buena elección con cerca del 30 %, ya que todos decían que el mismo había desaparecido de Corrientes.

Pero en plano general, el país está bien dividido y definido, como alguien alguna vez lo llamara tras las elecciones de 2019, en “Chetoslovaquia del Centro” y el resto del país en Peronia, que en las elecciones generales de octubre se van a dar de nuevo, porque “haber atravesado una pandemia, el incierto panorama tras la guerra en Ucrania y una sequía fulminante de tres años”, le da soporte al Peronismo para vencer a nivel nacional porque los de Chetoslovaquia lo único que defienden son “sus plantaciones de soja, los miles de litros de glifosato que aspiran y hacen aspirar y la corrupción infinita de negociados entre sus adherentes”.

Por eso no hubo sorpresas.