Se descubrió el plan de Magnetto y Macri para meter preso a Amado Boudou

Este es el "testigo protegido" por Macri y Garavano, con el cual se llegó a la sentencia acusatoria con el ex vicepresidente de la Nación Amado Boudou. Hoy quedó en evidencia este esbirro de Magnetto. (Foto: A24).

BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Con lo que logró descubrir El Destape de Roberto Navarro, la Corte de Justicia de la Nación no tendrá más remedio que declarar la nulidad de la causa por manifiesta intromisión presidencial, prejuzgamiento, falsedad ideológica y parcialidad del tribunal acusatorio, con respecto a la sentencia que condenó a 5 años y 6 meses de prisión al ex vicepresidente de la Nación, Lic. Amado Boudou, luego que publicara que “Vanderbrole, como testigo protegido, recibió pago por el servicio de acusación contra Boudou”.

Esta ficticia causa, creada por Héctor Magnetto y sus esbirros, nace luego que el entonces ministro de Economía, durante la primera gestión presidencial de Cristina Kirchner, hiciera “aprobar su proyecto de estatización de las AFJP  —el robo más evidente de la banca, entre ellos Clarín y La Nación, que en todos los negocios se prenden—  y les quitara el botín más jugoso a estos grupos mafiosos”. A lo que hay que agregar el “negocio de la fabricación de billetes con la empresa Calcográfica Ciccone, que tenía cuantiosas deudas con la AFIP”. Fue la firma de Boudou que autorizó, respetando decreto presidencial de “mantenimiento de fuentes de trabajo y ayuda a empresas en peligro de cierre”, a la recomposición  para nuevos plazos de la AFIP para que Calcográfica Ciccone no entrara en quiebra. Todo ello está documentado. Sin embargo la mafia clarinista consiguió a la ex esposa de Vanderbrole para que fuera a declarar en uno de los programas del canal de noticias TN, del grupo Clarín, y allí comenzara la persecuta y hostigamiento de Amado Boudou. Debe haber sido uno de los funcionarios kirchneristas que más veces fue escrito por el diario Clarín en tapa. Tanto, que la frase “nuevas pruebas contra Boudou”, o “Peligra Boudou ”, fueron luego latiguillos jocosos para agregarle a algún chisme político.

 

Lo que expresó Primereando.com

En el marco de causa que llevó a la prisión al ex ministro de Economía y vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, el periodista Ali Lijalad reveló que el gobierno del ex presidente Mauricio Macri otorgó fondos millonarios al arrepentido clave del caso, Alejandro Paul Vandenbroele, para el armado de un hotel boutique en Mendoza.

Según la información que reveló El Destape, se trata del hotel La Masía, emprendimiento que Vandenbroele gestiona en Mendoza gracias a fondos que le proveyó el gobierno de Macri. “Ubicada en una exclusiva zona de Chacras de Coria y rodeada de viñedos y bodegas, La Masía Hotel Boutique ofrece lugares únicos, especialmente diseñados para que sus huéspedes vivan una experiencia diferente”, describe su página web.

Se trata de “una casona de campo con estilo romántico, con una decoración que fusiona el arte con el vino. Cuenta con seis habitaciones equipadas con aire acondicionado, calefacción y TV con cable. Tanto las habitaciones como el comedor y el living dan a un jardín de 3.000 m, el cual cuenta con una piscina de 14 m y un jacuzzi”, tal como describe su web.

Acorde a la información, el armado de este negocio fue pagado con dinero que le dio el gobierno de Macri y consta en el legajo de Vandenbroele como testigo protegido. El programa de Protección de Testigos, que funcionaba bajo la órbita del ministro de Justicia Germán Garavano, fue utilizado para presionar, direccionar y, como se revela en este caso, premiar a arrepentidos que cumplieran su tarea: apuntar a ex funcionarios K. En este caso, al ex vicepresidente Amado Boudou.

La Masía, hotel boutique que se compró Vanderbrole con el dinero que recibió de Macri para acusar a Boudou. Gravísimo. (Foto: El Destape).
Otra vista del lujoso hotel ubicado en la zona exclusiva de Chacras de Coria, en la ciudad de Mendoza. (Foto: El Destape).

 

Armado de causa

Continúa en su descripción Primereando: “Para manejar el caso Vandenbroele, el director del programa Francisco Lagos designó a Carlos Linsalata. Su rol es clave. Se trata de un policía porteño que migró al Ministerio de Justicia y específicamente al programa de Protección de Testigos para encargarse del seguimiento de los arrepentidos que interesaban a Macri y su séquito de operadores judiciales. El 12 de diciembre de 2018 Linsalata fue reemplazado por Jorge Adamowicz. En el legajo de Vandenbroele también se consigna que en la negociación para que se arrepienta participó Gustavo Kollman, defensor oficial que fue parte de la operación Fotocopias de los Cuadernos Fénix.

La idea de poner un hotel fue del propio Vandenbroele, que le propuso al gobierno de Macri que le aportara los fondos para poder armar ese negocio para mantenerse fuera de la asignación mensual que reciben los testigos protegidos. La inversión inicial que calculó y pidió Vandenbroele fue de $ 1.944.000. Incluía el contrato de alquiler por un año, la compra de muebles, reformas y refacciones y el desarrollo de la página web y el sistema de reservas de las habitaciones.

De los $ 300.000 que recibió de anticipo Vandenbroele gastó todo y más. En su primera rendición quedó con un rojo de $ 77.514. Debe haber recibido otra tanda de $300.000, que rindió a los pocos días, esta vez habiendo gastado solo $ 73.865.

En el legajo consta que el 20 de enero de 2019 Vandenbroele le pagó $ 280.000 a la decoradora de interiores Carolina Ramal en concepto de “Mobiliario, decoración y elementos artísticos”. El 17 de febrero de le pagó otros $240.000 por el diseño, asesoría, restauración mobiliaria, imagen gráfica y dirección de obra. Todo antes de recibir formalmente los fondos públicos. O Vandenbroele tenía dinero o aparte de lo que figura en los papeles recibió aún más fondos por fuera incluso del sistema ya de por sí irregular.

Según la documentación de su legajo, en agosto de 2019 Vandenbroele recibió más fondos. Le dieron $ 40.000 el 7 de agosto y otros $ 300.000 el 16. En el acta de esta última entrega consta que ya le habían dado un total de $ 600.000. El 9 de octubre le entregaron $ 200.000 más.

Según la carpeta que presentó Vandenbroele y que consta en su legajo, apuntaba clientes de alto nivel adquisitivo, con un precio promedio de $ 3.300 la habitación y que el punto de equilibro del negocio sería una ocupación de 35 habitaciones al mes. Hoy, una habitación simple cuesta 67 dólares la noche, unos $ 4.200 al dólar oficial. “Esto sin contar con el ingreso para quien gestiona el negocio”, aclaraba, en referencia a él mismo. “El negocio de La Masía es llevado a cabo por Alejandro Vandenbroele a su nombre”, dice el proyecto.

Finalmente, Primereando dice que “cabe recordar que en noviembre de 2017, Vandenbroele declaró como arrepentido y denunció ante el fiscal federal Jorge Di Lello, supuestas maniobras de corrupción que involucran al ex vicepresidente en fraudes al Estado, lavado de dinero y en la apropiación de Ciccone Calcográfica, imprenta que fabrica billetes, que concluyeron en la condena a Amado Boudou”.

 

Fuentes: El Destape-Primereando-Archivos de EL SOL ABC