
Estamos asistiendo, como lo dijo un panelista de Duro de Domar (C5N), a la última parte de la canción “Carnaval carioca”, que “cuando la serpentina se decolora y las guirnaldas se desarman por el sudor”, luego del bochornoso acto en el Movistar Arena, en Villa Crespo, de Javier Milei y su troupe, que a estas alturas, por si no está enterado “es el presidente elegido de todos los argentinos”. Lo cierto es que la realidad va a ser un tren que viene a doscientos kilómetros por hora que los hará añicos.
Ayer uno de nuestros columnistas, ya lo adelantó en nota refiriéndose al acto de campaña, que nadie sabe de dónde sale el dinero para tan degradante bochorno, cuando no “hay dinero para las cosas que realmente le hacen falta al país”, decía lo siguiente: “De esta manera dando cuenta que el país y su gente poco les importa. Dejando en claro que los millones de dólares cobrados ‘para destruir a la Argentina y al Peronismo’ son los que más importan y por eso –ya a esta altura poco les importa perder las elecciones— montarán el circo fabuloso en Villa Crespo, para reírsenos en la cara.
”Y lo peor, la banda de Caputo, que es lo mismo decir que ‘la banda del JP Morgan’, fue a pedir dinero a Trump, quien ‘no tiene dinero para pagar los sueldos a los empleados públicos de USA’. Así que malos aires recorren los cuerpitos de los bandoleros de Caputo, que fueron con él, para tratar de convencer a la sonsa de la Kristalina y algún otro trasnochado de la cartera económica de Trump para que haya flujo ‘para sobrevivir lo más que se pueda’ ”.
Pero, como vemos, están gastando los últimos cartuchos de un fusil vetusto, que quizás les fue útil cuando nadie sabía o le importó poco de lo que señalamos con mucha anticipación y que iba a llevar a la destrucción del país. Mientras, todavía hay columnistas como Carlos Pagni en La Nación +, que tratan de morigerar el daño que está haciendo de manera calculada contra ellos mismos. Lo que nos llama la atención es que los mismos no viven en el espacio estelar o en alguna estación espacial, o en la Luna. Lo que nos muestra que así son de cerrados y antinacionalistas.
Ya no hace falta agregar nada, la destrucción está hecha y el plan está cumplido, sólo que por los datos consultados por nuestros corresponsales en las distintas provincias y los grupos en las redes sociales a los que consultamos, como a la misma gente que comenta en los restoranes, iglesias, supermercados, bancos y en las plazas y paseos públicos, que dicen muy claramente: “No lo soportamos más. Hay que sacarlos como ratas por los tirantes”. Nosotros lo afirmamos: SI NO RENUNCIA LUEGO DEL DESASTRE DEL PRÓXIMO 26 DE OCTUBRE, ESTE DICIEMBRE SEGURAMENTE NOS RETROTRAERÁ AL DICIEMBRE DEL 2001.