BUENOS AIRES (Especial-EL SOL ABC). Justo el hombre más rico de la Argentina, Paolo Rocca, con 8 mil millones de dólares de fortuna según informes de la revista norteamericana Forbes, “es el que llora para pagar la nómina de 1.450 obreros de un mes. El que se ha enriquecido gracias a los pulmones de miles y miles de argentinos que dieron su sangre para que él esté donde está. Porque estos sujetos creen que el capital es más importante que el hombre. Y es al revés, es el hombre más importante que el capital. Eso se ve ahora, con la pandemia. El rico por más dinero que tenga no se puede salvar solo. Necesita que lo atiendan médicos, enfermeras, y los policías y fuerzas de seguridad le cuiden sus bienes. Es el hombre el punto más importante en toda esta cuestión que se llama vida, por ello el Gobierno ha priorizado la vida de las personas”, dijeron en ese tono varios periodistas afines al Gobierno nacional.
También Benito Roggio se quiso colgar de la “teta” de Paolo Rocca y amagó no pagar los aumentos estipulados por ley. También le dieron para que tenga y guarde en las redes sociales. “Todos estos seudos empresarios que no quieren colaborar hay que cortarles directamente todos los contratos con el Estado. Que vayan a vivir a Las Bahamas o a Punta del Este, donde hacen gala del dinero que ganan con el sudor de los argentinos”, dijeron en varios comentarios en las redes sociales.
Información del Ministerio de Trabajo
Mientras tanto, Télam informaba que el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria entre el Grupo Techint y el gremio de la construcción por el despido de 1.450 obreros temporales afectados a proyectos que se encuentran paralizados por el avance del coronavirus.
Claudio Moroni, ministro de Trabajo, conversó telefónicamente con autoridades de la empresa y con Gerardo Martínez, el titular de la Unión de Obreros de la Construcción (UOCRA), y les comunicó la medida.
“Techint Ingeniería y Construcción se ve obligada a finalizar los contratos de alrededor de 1.450 personas que estaban trabajando en proyectos para clientes privados en las provincias de Buenos Aires, Tucumán y Neuquén, en tanto dichos proyectos se han visto forzosamente paralizados”, habían informado desde la empresa.
En este sentido, indicaron que el personal de la construcción tiene un régimen de trabajo temporario e interrumpible que se limita a la duración del proyecto, de acuerdo a los convenios colectivos de trabajo y a la práctica normal de esta actividad económica: “Cuando éstos comienzan, se incorpora personal y cuando finalizan, las personas son desvinculadas. En ese contexto, si las obras se paralizan o cancelan, el convenio de trabajo prevé la finalización de los contratos y el cobro de la totalidad del fondo de desempleo”.
Desde el Gobierno nacional y el gremio entienden, en cambio, que de ningún modo la empresa tiene la necesidad de despedir gente y que, si la tuviese, hay instrumentos disponibles para sostener la plantilla. Por esto, consideran que la medida de Techint representa la punta de lanza de parte de del empresariado que entiende que la cuarentena es exagerada y que presiona para que se reanude la actividad económica.
