BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Seba Schwarcz). Vuelve a la memoria por estos días la frase célebre del entonces ministro de Economía Juan Carlos Pugliese: “Les hable con el corazón, y me respondieron con el bolsillo”, describiendo su caída como ministro de Alfonsín en 1989, cuando una hiperinflación galopante de casi el 80 % mensual destruía toda posibilidad de sobrevivencia del gobierno radical de ese año.
No estamos en iguales condiciones de aquellos días del alfonsinato, pero hay tierra fértil para que eso vuelva a ocurrir porque se ve la ingenuidad del Gobierno nacional que cree que con “negociaciones y acuerdos los reyes del mercado van a bajar el copete y van a apoyar las medidas del Ejecutivo nacional para bajar los precios”. Ya lo han repetido algunos colegas de EL SOL ABC en otros artículos: “Acá existe un plan deliberado para corroer la gestión gubernamental. Y en ello están metidos los mismos actores que apoyaron a Mauricio Macri para que llegara al gobierno. Y son precisamente los dueños de las grandes corporaciones de alimentos. Y se raspa un poco, son los mismos que interpusieron una cautelar para no pagar el Aporte Solidario”. Entonces, Willy de qué estamos hablando.
Por ello rescato interesante nota de opinión vertida en “Noticias de la Calle.com”, de 2020, que dice: “Con su repetida convocatoria a la ‘solidaridad’ el Gobierno parece repetir la experiencia de Juan Carlos Pugliese, quien en 1989 pronunció la histórica frase del título. Política internacional entre el voluntarismo y la realidad.
’’Corrían los últimos días del primer trimestre del año 1989, Raúl Alfonsín debía terminar su mandato el 10 de diciembre de ese año y una inflación galopante carcomía a la economía del país y desparramaba miseria a su pueblo, el Presidente aceptó la renuncia de su ministro de Economía Juan Vital Sorrouille, quien lo venía acompañando desde el inicio de su mandato en 1983. En su lugar fue designado Juan Carlos Pugliese, un veterano dirigente radical que había pasado por diferentes cargos y actividades incluyendo su polémica tarea de coordinar los 310 intendentes que el radicalismo ‘le prestó’ a la dictadura encabezada por Jorge Rafael Videla.
’’En el mes de mayo se celebraron las elecciones presidenciales en las que triunfó Carlos Menem. Ello acontecía en medio de una hiperinflación del 78,5 % mensual. En ese marco el ministro Pugliese pronunció, antes de renunciar, una frase dirigida a los mentados ‘mercados’ que quedó para la historia, dijo: ‘Les hablé con el corazón y me respondieron con el bolsillo’. En nuestra historia es bastante común que gobiernos conocidos como ‘nacionales y populares’ se dirijan al empresariado, al ‘mercado’, apelando a su buena voluntad.
’’Por momentos, da la impresión que el actual Gobierno cayera en la misma tentación. Su idea de incorporar al título de las principales y más urgentes leyes y actividades la palabra ‘solidaria’ o ‘solidaridad’ se enmarca en esa perspectiva. Está muy bueno y es digno del mayor de los elogios que el Gobierno busque el consenso como una forma de incorporar la participación de los protagonistas a las decisiones que debe tomar. Pero esa meritoria actitud debe tener presente que el mundo económico no se rige por el principio de la buena voluntad. Allí se impone la tendencia de cada empresa a lograr la mayor ganancia ya que ello constituye la esencia del actual sistema, la supervivencia del mismo y el ‘éxito’ individual de cada empresario; a menudo los gestos de ‘solidaridad empresarial’, son parte de estrategias comunicacionales o políticas para recuperar o ganar mercados. Lo ocurrido recientemente con los precios de varios artículos de consumo masivo lo prueban. Un abusivo aumento para armar su “colchón” (aumento por las dudas), ante la posibilidad de medidas regulatorias, es una muestra cabal de cómo operan las empresas. Por ello es una tarea de ‘buen gobierno’ dar al pueblo los elementos para que éste pueda entender cómo se mueve el mundo económico y no ocultar la verdad detrás de oportunismos que a la larga se pagan. Hace unos días una funcionaria agradeció a Marcelo Mindlin por su aporte al plan contra el hambre. Ese efusivo agradecimiento confunde al pueblo que es bueno que sepa el modo que ese personaje –entre otros- se enriquecieron abusivamente a costa del pueblo, en su caso mediante las insoportables tarifas eléctricas que -en una importante proporción- terminaban en el bolsillo del mencionado ‘benefactor’ “, termina en una parte del mencionado artículo de opinión del portal “Noticias de la Calle”.