El mandatario asumió “la responsabilidad de liderar este país hasta que logre la calma”. Y explicó: “Mis intenciones no son egoístas, son pensadas más allá de cualquier especulación personal. Estamos focalizados en reducir el impacto de la inflación y la incertidumbre. Las medidas buscan reducir ese riesgo. Nos hicimos cargo del tema de la deuda para defender la estabilidad cambiaria en el corto, mediano y largo plazo. Vamos a trabajar como siempre lo hemos hecho, sin especular”.
Las medidas, aseguró, surgen “de haber escuchado a los propios y la oposición”. Y envió un claro mensaje a Alberto Fernández, candidato presidencial del Frente de Todos: “Tenemos 59 días por delante hasta llegar a las elecciones y que transcurran de la mejor manera es mi responsabilidad, pero nunca dependen de un solo gobierno. Todos los que ocupamos de alguna manera un rol de liderazgo en nuestro país sabemos el peso de cada paso que damos y cómo incide en le presente y futuro de los argentinos. Y sabemos muy bien cómo hacer para que sean los más tranquilos y ordenados posibles”, insistió.
“Está en nuestras manos contribuir a la tranquilidad, sin generar desconcierto. Necesitamos cooperación para vivir mejor y tener una mejor democracia, encontrarnos y trabajar juntos. De mi parte está todo el compromiso para dialogar y cooperar con todos. Sé que hay desconfianzas y enojos y que parece difícil generar consensos pero es obvio que cuanto más dialoguemos, más calma y serenidad vamos a llevarles a los argentinos. Podemos lograr eso y mucho más. Como presidente estoy acá para seguir dando pelea en ese futuro que nos merecemos”, cerró.