BUENOS AIRES (Especial para EL SOL ABC-Por Servando Sanmartín). Lo que se disimulaba o trataba de ocultar, apareció a la luz del día, a pocos días de las elecciones, como invitado de honor. Sí señores: el proyecto represivo, cuando la gente salga a protestar, de los planes de gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y de Patricia Bullrich, al que rápidamente suscribió Milei. Eso es lo que nos espera a los argentinos, señores.
Ayer pasadas las 17 horas, mientras un grupo de 25 personas hacía un acto de concientización en contra de las elecciones, las cuales creen que son “amañadas y perjudiciales para el conjunto de la sociedad” –según referenciaron en varias declaraciones los participantes y testigos de los hechos acaecidos en plaza Independencia, frente al Obelisco— cientos de policías de la Ciudad aparecieron por órdenes de Eugenio Burzaco, ministro de Seguridad de CABA, para reprimir y luego matar al militante de la organización Rebelión Popular, Facundo Molares.
Esta es la prueba palpable de lo que ocurrió de ayer en el Obelisco: fue ataque artero contra los manifestantes que sólo protestaban; y también se ve cómo tenían en el piso a Facundo Molares. (C5N-YouTube).
Que, por supuesto, tanto Rodríguez Larreta, como el mismo Burzaco, trataron de desmentir a las imágenes tomadas por los mismos militantes y por un dron de C5N, que demuestran muy claramente que esta esmirriada formación de sectores de la izquierda “no cortaban la calle ni estaban causando disturbio alguno ni ponían en peligro la vida de alguna persona ni estaban dañando el espacio público, cuando mediante sendos comunicados en las redes sociales y en los canales de TV adscriptos a la defensa de intereses corporativos de entes trasnacionales sionistas salieron a defender la actuación de la Infantería de la Policía de la Ciudad, que penosamente no está para defender la integridad de los ciudadanos porteños, sino que es claramente un ente armado represivo en contra de la ciudadanía”, al decir de mucha gente que defiende un Estado, en cualquiera de sus versiones, con plenas garantías constitucionales.
Testigo directa de los que le paso a Molares en el Obelisco. (C5N-YouTube).
Pero no sólo defienden la actuación policíaca, sino que además te quieren hacer creer lo que vos viste con tus propios ojos –una versión anticipada de la Inteligencia Artificial— que hubo “incidentes”. Hay una testigo participante del acto dijo muy claramente: “Ya nos estábamos despidiendo; ya nos íbamos, cuando de repente aparecieron varios policías, que atacaron por la espalda a Facundo Molares y lo voltean y le ponen la cabeza contra el piso y sobre la marcha dos se le tiran arriba y uno de ellos le hace presión en el cuello con sus rodillas. Es allí que lo asfixian y lo matan”.
También Página 12 describe el cuadro de situación, cuando dice: “La brutal represión desatada por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires terminó con la muerte de un manifestante en pleno Obelisco porteño. La infantería se lanzó a la caza de un grupo de personas que participaba de una asamblea de las organizaciones MTR, Votamos Luchar y Rebelión Popular. Varios de ellos fueron arrastrados y ‘golpeados a patadas’ por efectivos policiales, quienes los mantuvieron tirados en el piso, boca abajo y mientras presionaban sus cabezas arrodillados sobre ellos. Una fotoperiodista que filmaba la represión y preguntaba los nombres a los detenidos advirtió que uno de ellos, al que estaban asfixiando, atravesaba un cuadro crítico: ‘¡Está morado, dalo vuelta ya, se descompensa, tiene un infarto!’, le gritó al policía, que recién ahí sacó la rodilla de la cabeza. Se trataba de Facundo Molares, también fotoperiodista, quien ya mostraba escasos signos vitales y terminaría muerto. ‘Falleció de un paro cardíaco un hombre que se encontraba manifestando en el Obelisco’, informó a través de un comunicado el gobierno porteño, intentando ocultar la responsabilidad policial. El mismo discurso que luego replicarían dirigentes y funcionarios de Juntos por el Cambio, empezando por Horacio Rodríguez Larreta y siguiendo por Patricia Bullrich”.
Un espanto que nos hiela la sangre
Desde varios dirigentes que acudieron apenas de supo la muerte de Molares al lugar de los hechos, donde anoche hubo gran concentración y vigilia –hoy habrá gran marcha de repudio–, se dijo muy claramente: “Esto comenzó en Jujuy y va a continuar en todo el país. Las fuerzas represivas de la Dictadura militar de 1976 están más vivas que nunca y han renacido en la estructura montada por la derecha para reprimir a los pueblos que protesten o no acepten políticas de saqueo y hambre. Esto que pasó, es sólo el botón de muestra de lo que realmente ocurrirá si éstos llegasen a ganar las elecciones. Por ello, somos los ciudadanos los que debemos resistir y no permitir que estos delincuentes de guantes blanco y cipayos se hagan con el gobierno en diciembre”.
Todo complotado para ocultar la realidad, ya que los medios del establishment porteño trataron en todas las oportunidades de confundir a la población mezclando el caso de la niña Morena, asesinada por motochorros en Lanús, con lo que hizo la Policía de la Ciudad, a la que EL SOL ABC tildó como fuerza de choque manejada por la Embajada de EE.UU., ya que “es la misma que dejó zona liberada en ocasión del intento de asesinato de Cristina Kirchner en la Recoleta, o la que asesinó al jugador juvenil de fútbol Lucas González y tiene desaparecido hasta el día de hoy al policía Arshak Karhanyan”. Los porteños estamos desprotegidos.
